(Isabel Gómez Acebo).
- Hay que reconocer que el resultado de la encíclica fue catastrófico porque en la vida no se puede ir contra los descubrimientos científicos que avanzan a una velocidad vertiginosa y dejan los argumentos enseguida obsoletos. Los fieles no siguieron los consejos papales y aplicaron su conciencia en masa.
Me pidió la editorial San Pablo un capítulo para un libro colectivo que saldría a los 50 años de la publicación de la Humanae Vitae e investigué sobre el tema. El científico que descubrió el componente de la píldora anticonceptiva era un mexicano que se llamaba Luis Ernesto Miramontes y su nombre aparece en el Hall of Fame de los Estados Unidos junto a Pasteur, Bell, Edison... pues se considera su invento como uno de los más importantes registrados a partir de finales del siglo XVIII. En las farmacias se dispensó desde 1960 y enseguida la utilizaron millones de mujeres que pudieron planear sus maternidades, trabajar fuera de casa y estudiar para conseguir puestos remunerados más altos...SEGUIR LEYENDO
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