Enviado a la página web de Redes Cristianas
Resulta paradójico que mientras se alzan fronteras y encarcelan a
inmigrantes se monten tinglados legales para acoger a personas ricas.
Es lo que algunos Estados ofrecen como “programas de residencia por
inversión”.
“Asistimos a una competición entre países de la Unión Europea (UE) para
ver quién se lo pone más fácil a los ricos y quién vende más permisos de
residencia”, estima Kinga Göncz, europarlamentaria socialista húngara.
“Es un fenómeno que mueve mucho dinero y que es muy peligroso porque
atenta contra los valores europeos que establecen la no discriminación
entre las personas. Por un lado ponemos todo tipo de barreras a los
refugiados para que no entren, y por otro abrimos las puertas a los
extremadamente ricos. Esto es algo que choca con el espíritu del
proyecto”.
En la capital de la Unión europea se
alarman al constatar cómo países de la UE venden pasaportes europeos a
fortunas extranjeras con la nacionalidad y el derecho de residencia.
En un espléndido reportaje, Ana Carbajosa denuncia cómo con un millón de
euros se puede comprar un pasaporte legal en Malta. También en España,
Portugal, Chipre o Grecia se puede residir o nacionalizarse mediante el
dinero. Las crisis financieras y el ansia recaudatoria de algunos
socios de la UE son los responsables de que valores y consensos hasta
ahora intocables empiecen a agrietarse. La Comisión y el Parlamento
Europeo luchan ahora por preservar el espíritu de la Unión, mientras que
los grandes capitalistas aprovechan la crisis para agenciarse
nacionalidad y pasaportes. Es lo que algunos Estados ofrecen como
“programas de residencia por inversión”.
Hay países como Malta o Chipre, en los que el pasaporte se puede
conseguir a cambio de inversiones o dinero en metálico. Luego hay una
larga lista de Estados como Portugal, España, Letonia, Austria o Reino
Unido en los que, por medio de la adquisición de una vivienda o
invirtiendo en deuda pública o en un negocio, se obtiene la residencia. Y
la residencia abre la puerta a la nacionalidad. También existen sin
crítica alguna ni alarma social los casos considerados de interés
nacional, supuesto bajo el que en 22 países de la UE conceden la
nacionalidad a deportistas, artistas o inversores que consideran
beneficiosos para el país.
Los visados de oro se han disparado en el último año, denuncia Carbajosa
y cita a Christian H. Kälin, al frente del departamento de residencia y
ciudadanía de una empresa con sede en las islas Jersey y el referente
para las grandes fortunas en busca de pasaporte: “Observamos un
incremento constante de solicitudes, porque cada vez son más países los
que ofrecen esta posibilidad”. Kälin explica que sus clientes proceden
de países de África, Europa del Este y Oriente Próximo que “buscan
flexibilidad, seguridad y tener opciones para invertir, hacer negocios y
vivir en Europa”.
Un gestor de grandes fortunas de la antigua URSS explica el proceso:
“Para las grandes fortunas es más cómodo tener el permiso de residencia
porque cuando vienen a hacer negocios no tienen que pedir un visado.
Además, para los rusos, es una cuestión de prestigio social”. Se calcula
que de 10.000 o 15.000 euros es lo que sus clientes pagan a los
abogados que tramitan la residencia y se sabe que esas operaciones
sirven para los negocios turbios que rodean todo el proceso. Cuando lo
que el país europeo exige es invertir en un negocio, muchos montan
empresas falsas como sucede en los paraísos fiscales.
El Parlamento Europeo aprobó una resolución no vinculante en la que
indica que “se espera que todos los Estados miembros actúen de manera
responsable para preservar los valores y logros comunes de la Unión, y
dichos valores y logros son inestimables y no pueden llevar pegada una
etiqueta con el precio”. Pero compete a los países miembros decidir
quién obtiene la nacionalidad en su país, aunque también alerta del
peligro de socavar los principios del proyecto europeo. Obtener un
pasaporte de algunos de esos países complacientes permite la libre
circulación por el resto de los Estados de la UE
Resulta dramático y paradójico que mientras se alzan fronteras y
encarcelan a inmigrantes se monten tinglados legales para acoger a
personas ricas aunque se sepa que sus objetivos son delictivos, tal como
sucede con los casinos financieros. Una vez más no son las
instituciones democráticas sino las oligarquías financieras dominadas
por bánksters quienes ejercen los poderes oligárquicos en esta enorme
ilusión que aún es la Unión Europea.
fajardoccs@solidarios.org.es
Twitter: @CCS_Solidarios
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