Insultar a policías, los escraches y prostituirse en arcenes se multará por ley. La Asociación de Jueces Francisco de Vitoria
compara este proyecto con la Ley de Vagos y Maleantes o la Ley de
rehabilitación social del franquismo. Jueces para la democracia pide al
Gobierno “no castigar a quienes expresen su disconformidad” con una ley
“muy represiva” y con multas desorbitadas. Ada Colau (PAH) llama a un
día de ‘Desobediencia General’ si se aprueba, mientras el 15-M confía en
la “inteligencia colectiva” para buscar nuevas vías. El Sindicato Unificado de Policía califica de “absurdo y desmesurado” sancionar con 600.000 euros: “¿Piensan que va a ser Botín el que se manifieste?”
La Ley de Seguridad
Ciudadana que prepara el Gobierno de Mariano Rajoy, por la que se
sanciona duramente insultar a un policía, realizar escraches o grabar a
agentes de seguridad, es “innecesaria”, “autoritaria” y recuerda “a la
ley de Vagos y Maleantes o a la Ley de rehabilitación social que existía
en el franquismo”, según explican las principales asociaciones de
jueces de España, que detallan la intención de fr. enar las actuaciones
críticas con el Gobierno y no la defensa de la seguridad. Es muy
represiva de actuaciones y manifestantes, castiga de una forma
autoritaria muy discutible De este modo, Jueces para la democracia pide
al Gobierno “convencer del acierto de su gestión y no castigar a quienes
expresan su disconformidad”. Para esta asociación, la ley es “muy
represiva de actuaciones y manifestantes”, con lo que el eje central no
es la defensa de la seguridad como la criminalización de la disidencia.
“Este proyecto castiga de una forma autoriaria muy discutible”, afirma.
Además, recuerda que la administración sanciona con multas económicas
desorbitadas unas conductas que los tribunales habían considerado que
no eran infracción penal. Por ejemplo, explican, los juzgados han
archivado los casos por escraches, por no ser “ni delitos ni faltas,
sino nuevas formas de ejercer la libertad de expresión y del ejercicio
al derecho de manifestación”. Así, Jueces para la Democracia concluye
que ve “inconstitucionales” algunos puntos del anteproyecto. La
Asociación de Jueces Francisco de Vitoria recalca que cualquier
restricción por vía administrativa es un “límite indebido” al ejercicio
de los derechos fundamentales de las personas. “No hacía falta prohibir
escraches, ni impedir a los ciudadanos determinadas cosas.
Es un exceso por parte del Ejecutivo y del Ministerio de Justicia que
va a cercenar el derecho a la manifestación y la libertad de expresión
que recoge la Constitución, por lo tanto es una ley que más bien
recuerda a la ‘ley de Vagos y Maleantes’ o a la ‘Ley de rehabilitación
social’ que existía en el franquismo”. Para el control de excesos,
dicen, es “suficiente” el Código Penal.
El Código Penal es suficiente para el control de los excesosEsta
asociación cree “innecesaria” la ley, y destaca que sancionar alguna de
estas conductas podría ser inconstitucional, por lo que “así podrían ser
declaradas en su momento”. Otras, “suponen un exceso y un
desbordamiento absoluto de lo que es la facultad coercitiva del estado”.
Son medidas, añaden, “expropiatorias”, porque eliminan el patrimonio de
una persona. “El ciudadano está abocado a quedarse en casa, es una ley
innecesaria”. Ambas asociaciones lamentan la indefensión del ciudadano.
“No tiene más remedio que acudir a la vía contenciosa administrativa y
pagar unas tasas que también son elevadísimas”.
Se produce una “violación a la tutela judicial efectiva, al derecho
de manifestación y al derecho a la libertad de expresión, que se ven
doblemente cercenadas por el exceso del legislador y porque existe un
difícil acceso a la función contenciosa. “¿Va a ser Botín el que se
manifieste?” “Los que tendríamos que aplicarla no conocemos el
anteproyecto, ni se nos ha dado participación ni posibilidad de hacer
aportaciones”, lamentan fuentes del Sindicato Unificado de Policía
(SUP). “Lo que sabemos es por los medios de comunicación, y por lo que
hemos escuchado es un auténtico disparate sobre todo si nos referimos a
sacar cosas del Código Penal e introducirlas en esta ley”. Bajo la
apariencia de proteger a la policía se criminalizan concentraciones
contra políticosDesde este sindicato destacan que un escrache o una
manifestación no comunicada “en sí mismos no son delictivos, lo es lo
que pase dentro de esa manifestación o escrache”.
Pero esto ya está regulado por leyes administrativas como la Ley del
derecho de reunión y manifestación, donde ya se prevén sanciones.
“Reiterarlo en esta ley no tiene justificación”. El SUP lamenta que
“bajo la apariencia de querer proteger a la policía”, lo que se está
haciendo es criminalizar determinadas concentraciones, “y justo en las
que se realizan contra políticos, porque son las que afectan únicamente a
parlamentos, casas de diputados…”.
Por último, califica de “desmesurado y absurdo” que se sancione con
600.000 euros una infracción de estas características. “Qué piensan,
¿que va a ser Botín el que se manifieste?”. Jornada de ‘Desobediencia
General’ La activista Ada Colau, fundadora de la Plataforma de Afectados
por la Hipoteca (PAH) ha adelantado en Twitter que el día que el
Consejo de Ministros apruebe esta ley, que califica como ‘anti 15-M’,
“queda convocada una jornada de Desobediencia General”. Es la actuación
desesperada por controlar lo incontrolable Colau, en declaraciones a
este medio, afirma que el Gobierno “tiene menos legitimidad que nunca”
por incumplir sistemáticamente su programa electoral y estar “salpicado
de corrupción”.
La activista cree que esta ley trata de recortar derechos
constitucionales y asustar a la población limitando el derecho a
protestar. “En lugar de cambiar sus políticas, cambian la ley. Es la
actuación desesperada por controlar lo incontrolable, que son los
movimientos ciudadanos”, añade. “La protesta es la única esperanza de
futuro. Si has perdido tu casa, tu trabajo o tus derechos, no tienes
nada que perder y no te van a importar las sanciones”. “Confiamos en la
inteligencia colectiva” Fuentes de la plataforma de Difusión en Red de
Acampada Sol — 15-M explican que la normativa está “hecha a medida de lo
que se está haciendo en los dos últimos años en las calles”, pero
expresan su confianza en la gente. “Tenemos una capacidad de innovación
bastante grande, porque somos mucha gente, y confiamos en la
inteligencia colectiva para ir cambiando las formas de movilización”.
Que lo prohíben, ya se nos ocurrirá otra cosa Las manifestaciones
funcionan en la medida de que han hecho una ley para intentar acabar con
ellas, destacan, pero siempre tendrán un plan. “Que prohíben las
acampadas, hacemos escraches. Que lo prohíben, ya se nos ocurrirá otra
cosa”. Así, mantienen la idea de que es completamente legítimo que la
ciudadanía siga manifestándose en las calles, “participando en la
política mucho más allá de votar en las urnas cada cuatro años”.
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