Enviado a la página web de Redes Cristianas
Hoy en día, el término “sostenible” está tan de moda que nuestros gobernantes lo utilizan en casi todas sus salsas políticas.
Y es que este vocablo, seguramente por sus connotaciones ecológicas, de
armonía, equilibrio y perdurabilidad, tiene buen encaje en la propaganda y retórica política. No hace falta prestar mucha atención para darse cuenta hasta qué punto se usa y abusa de esta palabra mágica que adorna y emperejila el discurso político.
El mejor ejemplo del manoseo de esta
expresión la tenemos en el Gobierno que nos rige en estos momentos
inciertos y precarios. Y es que no hay recorte, de los innumerables que
está llevando a cabo nuestro
esclarecido Gobierno, en el que no se utilice la coartada de la
“sostenibilidad” para desmantelar, paulatinamente, el Estado Social.
Tanto es así que, si recortan en sanidad, educación, dependencia o
pensiones, por poner algunos ejemplos, dirán que es para garantizar su
sostenibilidad. Sí, sostenibilidad lo llaman sin rubor, cuando en
realidad nada se sostiene; cuando todo se tambalea porque son ellos
mismos los que están minando los cimientos del Estado del bienestar.
Valladolid
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