14 marzo, 2013 Por
Ante la elección del Papa Francisco, el Rector Mayor de los Salesianos, Don Pascual Chávez Villanueva, se dirige a la Congregación y a la Familia Salesiana un mensaje que confirman los lazos de los Hijos de Don Bosco con el sucesor de Pedro.
He tenido la gracia de haber estado presente en la
Plaza de San Pedro, repleta de miles y miles de personas, especialmente
jóvenes, en el momento en el que hemos escuchado el mensaje que tanto
esperábamos:
“Annuntio vobis gaudium magnum.
Habemus Papam
Georgiumg Marium Bergoglio
qui sibi nomen imposuit
FRANCISCUM”.
Aunque su nombre no había sido mencionado entre los papables, y que
por tanto causó perplejidad en aquellos que no sabían de quien se
trataba, la acogida del Nuevo Sucesor de Pedro no se hizo esperar, y la
primera respuesta fue un grandísimo aplauso, expresión de una gran
alegría, acompañada de los primeros gritos: Francisco, Francisco,
Francisco…
Una vez más, ha sido el Espíritu Santo quien ha guiado a los
Cardenales electores en la elección del Hombre que Dios mismo había
elegido como Vicario de Cristo.
Junto a todos vosotros, queridos hermanos y hermanas, miembros todos
de la Familia Salesiana, y los jóvenes, alabo y doy gracias al Señor por
el grandísimo regalo que nos ha dado en la persona del Cardenal Jorge
Mario Bergoglio, Jesuita, arzobispo de Buenos Aires, que he tenido la
gracia de conocer y tratar personalmente en la Conferencia General del
Episcopado Latinoamericano en Aparecida (Brasil), en la Beatificación de
Zeferino Namuncurá.
La elección del nombre, Francisco, es ya algo significativo porque
recoge, en cierto modo, algunos de los rasgos característicos de su
persona -la sencillez, la austeridad, la autenticidad- y, al mismo
tiempo, es programática pues pone en evidencia algunos de los elementos
que deben definir el rostro de la Iglesia y su relación con el Mundo.
Antes de impartir su primera bendición como Pontífice, Él nos ha
pedido bendecirle. En un profundo silencio cada uno, desde el fondo de
su propio corazón, lo ha hecho, dejándose guiar por el Espíritu. Ahora,
os invito a invocar, para Él, la abundancia de los dones del Espíritu,
de modo que tenga la Luz para discernir aquello que el Señor espera de
Su Iglesia hoy, y encuentre la Energía para realizarlo.
Con espíritu de fe y gran estima y devoción, acojamos al Papa
Francisco, como lo habría hecho Don Bosco y, mientras lo confiamos al
cuidado y guía materna de María, le aseguramos nuestro afecto, nuestra
obediencia y la más sincera y determinada colaboración en este tiempo de
Nueva Evangelización.
Roma,13 Marzo 2013
don Pascual Chávez V., SDB
Rector Mayor
Rector Mayor
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