LEONARDO BOFF
KOINONIA
Me cuento entre los que se entusiasmaron con la elección de Barack Obama para presidente de Estados Unidos, especialmente viniendo después de G. Bush Jr, presidente belicoso, fundamentalista y de poquísimas luces. Creía éste en la inminencia del Armagedón bíblico y seguía al pie de la letra la ideología del Destino Manifiesto, un texto inventado por la voluntad imperial norteamericana para justificar la guerra contra México, según el cual Estados Unidos sería el nuevo pueblo escogido por Dios para llevar al mundo los derechos humanos, la libertad y la democracia. Este convencimiento de la propia excepcionalidad se tradujo en una arrogancia histórica que hizo que Estados Unidos se arrogase el derecho de imponer al mundo entero, por la política o por las armas, su estilo de vida y su visión del mundo. LEER MÁS
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario