Eclesalia
- Cuando algo me da vueltas y no me deja centrar en lo que estoy preparando, antes de tirar la toalla y ponerme a hacer otra cosa, me ayuda parar y respirar, y preguntar a la Ruah si quiere algo. Puede sonar raro, pero es un hecho. Seguir esa pequeña luz interior que parpadea en mi mente y me sugiere que escriba.
Y, tiene razón, hay algo que parpadea en mí, hace tiempo. He conocido a diferentes grupos de mujeres o de mujeres individuales que me ayudan a reflexionarlo y a ponerle nombre al parpadeo, a tener esperanza en un presente que está eclosionando vida nueva, poco a poco, como el lento y enérgico proceso de la formación de la Tierra, con la energía de la Ruah presente en todo, impulsando, transformando... y dando nuevas formas a la materia. Creo que el parpadeo de la Ruah es para que os cuente lo que ocurre desde mi perspectiva y experiencia internacional de contactos con muy diversos grupos y comunidades.
Mi primer grupo: un equipo de religiosas de otro país encargado de preparar el Capítulo de su Congregación. En un reciente Zoom nos comentaban entre risas y lágrimas la audacia de su proceso de-constructor y las piezas que han ido preparando para que ladrillo a ladrillo, construyan su futuro. En ellas está el temblor propio de quienes se dejan acompañar por la Ruah que les ha impulsado a tomar decisiones proféticas, rompedoras con un pasado patriarcalizado hasta la médula: toman, de momento, dos decisiones: una volver a las mujeres de los orígenes y dejar como secundario al sacerdote que se apropió de la fundación. Segundo, dejar de recibir a diario en sus casas y conventos a un varón para que les celebre una Eucaristía que se convierte en un ritual que hay que cumplir así porque lo dice el derecho canónico. Han empezado a celebrar ellas, compartiendo palabra y vida. Gracias hermanas por vuestra fidelidad a la Voz que os mueve y remueve. Os vemos alegres, con susto por posible cisma interno, pero felices por iros liberando de ataduras que impedían la frescura de la experiencia de vida entre vosotras.
Otro grupo, también en el extranjero, que hace años, siguiendo la voz de su conciencia, dos hermanas deciden de-construir las estructuras físicas y mentales de una comunidad de solera, e implementar otro modo de estar. Para ello también tuvieron que silenciar al quisquilloso obispo que se quería quedar con su propiedad... dejaron de ser canónicas, apoyadas por su federación religiosa, y como mujeres consagradas, abrieron su comunidad a mujeres protestantes, alguna ordenada, y reconstruyeron toda la estructura con los más rigurosos cánones ecológicos. Actualmente tienen nuevas vocaciones y una lista de espera de personas laicas que quieren pertenecer como afiliados u oblatas... Tuve el privilegio de conocer el lugar y es absolutamente impresionante: los edificios con su estética ecológica, las liturgias con la participación ecuménica de hombres y mujeres ordenados, la comunidad en general viva, participativa, voluntaria en diferentes ministerios y tareas... ¡envidiable!
También me encuentro, nos encontramos, en el camino, con el regalo de personas aparentemente anónimas que han sido ungidas por el Espíritu. Mujeres que, posiblemente como las beguinas en el pasado, han dejado congregaciones para ser fieles a una llamada interior a vivir una pertenencia/consagración, de otro modo.
Una de las ventajas de nuestro blog es que es una especie de monasterio online, entrando en los hogares y corazones que se atreven a escuchar, leer... y algunas a preguntar. Así es como hemos conocido algunas mujeres de hoy, con una espiritualidad y compromiso que nos hace saber y sentir comunidad con ellas aunque no compartamos techo, ni bienes materiales... que al final lo complica todo.
Son varias, pero la última, la víspera de Reyes, como dice ella, un regalo de Reyes mutuo. Salida de diferentes espacios canónicos, en España, al fin encuentra la Vida en la Palabra, el Silencio y la Naturaleza. A mí el corazón me dio un vuelco, es lo que nosotras somos y buscamos ser e implementar.
Creo que hay tantas ahí, incluso que nos leéis, como el domingo nos decía esta mujer desde Chile en una de estas celebraciones online, o esta otra, cuyos nombres no revelo por respeto, que desde Nueva York nos cuenta también su trayectoria, o las de Argentina y México y... somos tantas que hoy vivimos como consagradas en medio de la vida normal, sin espacios diferentes a cualquier persona pero que en el fondo cultivamos el arquetipo monástico y el de discípula.
Así era María de Magdala, enamorada y formadora/compañera de otras mujeres, nunca reconocidas por los cánones de los chicos, pero sí de los del Espíritu Ruah, ese aliento de Dios femenino, libre, empoderador... que también convoca a mujeres casadas o solteras a pertenecer, a saberse ungidas, amadas... el compartir del domingo fue un kairós, ellas saben desde su experiencia quienes van siendo, con sencillez, en comunidad virtual o presencial... apoyando las diferentes gestaciones y procesos, como Isabel y María: casadas, solteras...
No tengamos miedo, sólo respeto a la voz de la Ruah, a mí me habla a veces creándome un cierto conflicto interior hasta que lo proceso, lo dialogo, lo escribo, lo comparto. Gracias a las que os atrevéis a poneros en contacto. Sois una manifestación de la Ruah hoy y ahora y hacéis posible este presente apasionante e igualmente difícil.
Nos encantaría conocer tu historia. Gracias por ella. No la menosprecies.
Magdalena Bennasar, SFCC
espiritualidadcym@gmail.com – BILBAO
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