Pedro Serrano
Redes Cristianas
El 20 de noviembre, se encuentra en un hotel de Granada. Decide ir a misa con su familia y, ¡oh, casualidad! elige la catedral donde a esa hora se celebra una misa, como todos los años, en recuerdo Franco y Jose Antonio Primo de Rivera. Dentro, una corona de laurel de la Fundación Francisco Franco preside el altar y en los primeros bancos se exhibe una bandera franquista. No sabemos si por el qué dirán o por vergüenza, el señor Casado se quedó a oír misa en los bancos de atrás.
Al parecer, el señor Casado acudió a la ceremonia porque no podía ir a misa al día siguiente y, el pobre, no sabia que se estaba rezando por el alma del dictador. A la salida se hizo un selfie con un joven y se quedó tan a gusto y tan guapo. Después, se fue a sus cosas con la conciencia tranquila y con la satisfacción de haber cumplido con el deber del buen cristiano.
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