Redes Cristianas
Jaime Richart
Me veo, nos veo ridículos “firmando” con el “acepto” páginas y más páginas, consintiéndolo todo sin haber leído una batería de condiciones y de falsas protecciones redactadas por juristas pagados para contribuir a la ceremonia de la confusión y del sometimiento. Pues estamos todos metidos en un carrusel absurdo de absurdos derechos y de una protección inexistente, porque es notorio que el mundo entero, el de sus dueños, nos tiene localizados en cualquier momento. Quizá lo peor de toda esta ridiculez es que va cosida al entorpecimiento de la vida cotidiana para tanta gente mayor que no sabe a quién recurrir y llegará un momento que se dejará ir, que se dejará morir, impotente ante tantos obstáculos, tantos embrollos y tanta gilipollez…
No hay comentarios:
Publicar un comentario