FE ADULTA
"Debes comprender que, al igual que la música, la vida está hecha de sentimiento y de instinto, más que de normas". (Tony de Mello)
25 de octubre. DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO
Mt 22 34, 40 “Amarás al prójimo como a ti mismo” (v39)
“Los fariseos preguntaron: Maestro, ¿Cuál es el precepto más importante en la ley?” La pregunta se explica porque los fariseos contaban seiscientos trece preceptos en la Ley que era necesario saberlos y practicarlos.
Jesús responde combinando Dt, 6, 5: “Amarás al Señor tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente”, un amor que escucha la palabra, pero una escucha obediente que implica todos los aspectos de la vida y que debe ser transmitida como herencia a las nuevas generaciones.
“Este es el precepto más importante pero el segundo es equivalente: Amarás al prójimo como a ti mismo” Estos dos preceptos sustentan la ley entera y los profetas” (v 39y40)
El fundamento de la relación con Dios y con el prójimo es para Jesús el amor solidario. Desde una perspectiva cristiana, sin amor al prójimo no hay amor a Dios, ni se alcanza la justicia que proclama el Sermón de la Montaña. Habitualmente ignoramos el amor práctico y solidario a quienes viven excluidos por la sociedad y olvidados por la religión. Abrazando la pobreza, Jesús, impulsado por su amor solidario, no hizo otra cosa que compartir la vida de los pobres, a quienes de modo particular vino a anunciar la Buena Nueva.
Levanta los ojos a tu alrededor y mira: se reúnen todos para venir a ti, por mi vida -oráculo del Señor- a todos los llevarás como vestido precioso, serán tu cinturón de novia” (Isaías 49, 16-18).
Para Paulo Coelho, "en toda historia de amor siempre hay algo que nos acerca a la eternidad y a la esencia de la vida, porque las historias de amor encierran en sí todos los secretos del mundo".
Todo pasa y todo queda, pero lo nuestro,
es pasar, pasar haciendo caminos,
sobre el mar. A.M.
Jesús pasó por el mundo haciendo el bien. Esta breve biografía de Jesús me recuerda al Poema de Antonio Machado.
CANTARES
Nunca perseguí la gloria,
ni dejar en la memoria
de los hombres mi canción;
yo amo los mundos sutiles,
ingrávidos y gentiles,
como pompas de jabón.
Me gusta verlos pintarse
de sol y grana, volar
bajo el cielo azul, temblar
súbitamente y quebrarse...
Nunca perseguí la gloria.
Caminante, son tus huellas
el camino y nada más;
caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace camino
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante no hay camino
sino estelas en la mar...
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