“Tengo 50 años, soy divorciada y vivo en Gaza. Se acabó. Aquí es como si mi vida se hubiera terminado”. Con una pequeña pensión -por ser divorciada-, la ayuda alimentaria de UNRWA y su salario sobrevive toda la familia: desde su madre, hasta su sobrino pequeño. Hiam trabaja desde hace varios años haciendo dulces y bordando, pero el 74,5% de las mujeres en Gaza están desempleadas. ··· Ver noticia ··
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