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viernes, 3 de mayo de 2019

La normalidad de la cultura del soborno en Sudán del Sur

Steve Paterno
Fuente: Sudan Tribune
[Fundación Sur

En Sudán del Sur, obtener un servicio público oficial y legítimo funciona de la siguiente manera: por ejemplo, temprano en la mañana vas a una oficina pública para que procesen tu caso legítimo. Durante las primeras horas de la mañana serás totalmente ignorado. Los funcionarios públicos pasan la mayor parte de sus horas de la mañana bebiendo té (a crédito, ya que llevan meses sin un euro), perdiendo el tiempo charlando, criticando, hablando de lo ineficiente que es el gobierno prestando servicios, etc. Alrededor del mediodía, cerca del almuerzo (la mayoría de las personas solo trabajan hasta la hora del almuerzo y lo llaman día laboral), los funcionarios públicos se darán cuenta de tu presencia y te dicen “venga mañana, no ha habido tiempo para atenderlo”. “Venga mañana”, igual rutina se repetirá mañana hasta casi la hora del almuerzo, entonces, apresuradamente, te informarán sobre los documentos que debes traer la próxima vez que te molestes en volver, hasta que empieces a dudar de que nunca cumplirás con los requisitos de los que te están hablando, aunque tienes todo lo que necesitas.
Después de molestarte durante días con insistencia, aceptarán a regañadientes tus documentos que quedarán atascados debajo del escritorio durante semanas. Algunos de los que están al borde de estallar recurrirán normalmente a otras drásticas medidas, pero algunos de los que insisten persistentemente pueden tener suerte.
Por lo tanto, podrías ser afortunado de que tu caso sea procesado, pero hay otro problema : después de soportar todo tu tiempo de recursos, los funcionarios públicos que trabajaron en tu caso, te exigirán, en términos inequívocos, que pagues el servicio que él o ella te ha prestado. En otras palabras, él o ella estarían pidiéndote oficialmente el soborno. No tienes más remedio que cumplir tal condición.
Para quienes comprenden el sistema, para que tú consigas resolver tu problema, paga por adelantado al funcionario antes de que se ocupe de tu caso. Esta es la mejor manera de evitar todas las molestias innecesarias. La sociedad de Sudán del Sur acepta inadvertidamente este sistema como una norma, así que, ¿quién eres tú para actuar como un extraño?
Me dicen que estos funcionarios se mueven con sus oficinas. Esto simplemente significa que recogen los documentos necesarios más el sello y los llevan en sus carteras. Procesan los documentos a quien lo pida, dondequiera que vayan y en cada momento. Los edificios de oficinas no son los mejores para la emisión de documentos.
En mi caso fui instruido por la jefa principal, que me dijo que le daba vergüenza contarme la verdad sobre esta mala práctica. Era él el que llevaba mi caso. Para que éste fuera más rápido debía ofrecerle algo pequeño como estímulo para que hiciera el trabajo. Yo obedecí, dadas las circunstancias. Ella subrayó: "esto es Sudán del Sur para ti, querido". Hice muescas de desaprobación, por supuesto.
Entonces, bien instruido, fui al funcionario para que mi caso tuviera prioridad. Al llegar a su oficina, el pobre se excusó y nos dijo que lo espearamos, que regresararía en solo cinco minutos.
Esperamos más de treinta minutos, el funcionario no aparecía por ningún lado. El otro tipo que me acompañaba me dijo que debíamos marcharnos. (Quizás, hablaba por experiencia). Le conteste que no deberíamos arruinar nuestra oportunidad, porque nos habían dicho que esperáramos y esperar no hace daño. De todos modos, la paciencia nunca pagó ese tiempo. Esperamos tres inútiles horas y nos marchamos.

Para entonces, el agotamiento, bajo el sol abrasador, la sed, el hambre, todo parecía rivalizar contra mi ira. Mientras caminábamos lentamente por el camino de regreso, uno de mis compañeros vio al funcionario y dijo: "allí está sentado el tipo a quien esperábamos pacientemente”. El tipo parecía relajado en el lugar del té, conversando sobre temas de costumbre en esos sitios. Por mi parte, estaba todo irritado. Quise enfrentarme al tipo, pero mis compañeros, que sabían muy bien que el enfrentamiento sería muy feo, me llevaron a otro lado. Quizás, otra cultura que los sudaneses del sur abrazan muy bien es la de confrontaciones. Así que, vamos todos a pelearnos ya que todos somos agraviados de una manera u otra.

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