Enviado a la página web de Redes Cristianas
La Asociación de Teólogas Españolas con motivo de la celebración de la mujer trabajadora del 8 de marzo, nos hemos querido sumar a las manifestaciones públicas a favor de las mujeres. De forma festiva, pero también reivindicando la dignidad de las hijas de Dios en este mundo desigual donde frecuentemente se vulneran.
1. Necesitamos hablar de las mujeres y no de “la mujer”
Dios se encarnó para ser un ser humano concreto, una persona histórica particular e irrepetible, Jesús. Su vida, y no otra, sus palabras, y no otras, su muerte y su resurrección son las que nos hacen presentes de forma más íntima y cercana a Dios. El Dios de Jesús no se mueve en las generalidades, que homogenizan y cosifican aquello que pretenden describir. Es por ello que Jesús siempre se dirige a la persona que tiene en frente, la llama por su nombre y la hace lugar de manifestación de Su gracia (Lc. 7, 48-50; 8,43-48…).
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