Juan Pablo Espinosa Arce
El fenómeno actual de la migración, representa un desafío para los gobiernos, las ONG y también para la fe cristiana. El propósito del presente artículo es propiciar algunas reflexiones en torno a la necesidad de pensar un cristianismo inter y multicultural. La migración es una experiencia de cruces y entrecruces de culturas distintas que conviven en un determinado espacio. Para ello, asumiremos un motivo teológico específico, a saber, el viaje del patriarca Abraham el cual será definido como modelo de un cristianismo intercultural. La tesis central es que la coexistencia con otros grupos humanos, con los extranjeros, los migrantes, los distintos, no representa una amenaza. Al contrario, dicha convivencia está en la base misma de la Alianza que ofrece el Dios de Biblia, Dios de Abraham y Padre de Jesús. ··· Ver noticia ···
No hay comentarios:
Publicar un comentario