Rodolfo Cortés Calderón
Más de 70 organizaciones defensoras de la vida y de los derechos humanos del mundo elevaron su protesta ante el tirano gobierno de Honduras encabezado por JUAN ORLANDO HERNÁNDEZ, JOH, por la expulsión grosera e ilegal del defensor de los derechos humanos, el ciudadano español, Luís Díaz de Terán.
A Díaz de Terán lo hemos conocido y tratado desde hace más de un año y no dudamos que su trabajo en la región del Occidente ha sido más que humanitaria y solidaria, al grado de exponer su vida por el trabajo que realizaba “como escudo humano” para los luchadores y luchadoras – en un país donde la vida de los empobrecidos no vale nada–al proteger a los defensores de los territorios, del ambiente y de los derechos humanos.
Él fue detenido en el aeropuerto de Tegucigalpa el 25 de octubre de este año cuando ingresaba procedente de su tierra natal, España. Además de esta ilegalidad, según la denuncia, se le secuestró por ocho horas, le robaron algunos documentos y equipo profesional que cargaba: cámara y un disco duro y con el mayor cinismo las autoridades procedieron a expulsarlo, sin permitirle el legítimo derecho a defensa. Todo en flagrante violación a los derechos humanos y la vida establecidos en la Constitución de Honduras. La acusación que señalaron las mediocres autoridades hondureñas fue que había una “alerta migratoria”.
Nos extrañó también extraordinariamente que el embajador de España en Honduras, don MIGUEL ALBERO haya manifestado: “fue una decisión administrativa de alerta migratoria” cuando él es perfecto sabedor de cómo se violan los derechos humanos en Honduras, sin que el clamor nacional e internacional logre aun conmover a este gobierno represor y tirano.
Díaz de Terán ha trabajado con esa hermosa brigada humana que apuesta por la vida llamado Proyecto de Acompañamiento Internacional en Honduras PROAH, donde además participan otras organizaciones como las Brigadas Internacionales por la Paz, BIP y otras organizaciones internacionales. Además ha trabajado de manera infatigable asesorando a la organización Consejo Cívico de Organizaciones Indígenas y Populares de Honduras, COPINH, enfrentada con el sistema neoliberal, los empresarios saqueadores de los bienes naturales comunes y el corrupto gobierno de Honduras.
Ya anteriormente Díaz de Terán había sido agredido físicamente por autoridades empresariales y el gobierno cuando el 15 de abril de este año participaban organizaciones nacionales e internacionales en una ceremonia celebrada a orillas del río Gualcarque clausurando el ENCUENTRO INTERNACIONAL DE LOS PUEBLOS “BERTA CÁCERES VIVE” y donde miembros de una comunidad, financiados por la empresa Desarrollos Energéticos, S.A., DESA, organizando y azuzando un grupo de choque atacó con piedras, garrotes e insultos a más de 400 participantes, con la complacencia e indiferencia de la Policía Nacional y Militar y donde Luís Díaz de Terán resultó fracturado de un pie, así como otras personas con golpes en diferentes partes del cuerpo.
No debemos olvidar que lo sucedido a este insigne defensor de los derechos humanos es parte de la represión desatada por el poder fáctico contra el COPINH, primero con el asesinato de Tomás García, después de Berta Isabel Cáceres Flores y últimamente con el intento de asesinato de Tomás Gómez Membreño y Alexander García Sorto, el penúltimo Coordinador del COPINH.
Denunciamos, además, con este escrito a los gobiernos de Estados Unidos, de la Unión Europea, Israel, Colombia y otros que financian, entrenan y conceden armas y fondos para los policías y militares que reprimen y matan al pueblo hondureño.
Ante tanto abuso contra la vida decimos enérgicamente ¡BASTA CRIMINALES!
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