EL CATALEJO DE PEPE
El 16 de octubre fue declarado “santo” , es decir “cristiano ejemplar” el cura Brochero. Un santo de estos tiempos, un cura de la sierra cordobesa, en Argentina. Un cura serrano que fumaba, decía palabras de grueso calibre cuando su mula Malacara se plantaba en el camino sin querer dar un paso más.
José Gabriel Brochero, murió un día víctima de la terrible enfermedad de la lepra, que había contraído atendiendo enfermos en las serranías. Fue un apóstol de los retiros de conversión como eran los ejercicios espirituales. Para ello construyó con sus propias manos una casa apropiada que levantó para “joder al diablo”, como afirmaba en sus sermones. Y lo logró. Miles de campesinos y personas de los pueblos de traslasierra fortificaron su fe a través de ese medio de evaluación personal y programación de vida que son los ejercicios espirituales.
Argentina inscribe con él su segundo ciudadano reconocido oficialmente por la iglesia como modelo de vida cristiana. Gracias a él todo bautizado puede estar seguro de lograr la santidad al tener un corazón solidario y caritativo, un corazón que ama a Dios y lo demuestra amando a los hermanos. Si fuma, o dice groserías, o juega a las cartas, o se bebe un trago con los paisanos…no tiene importancia. Lo que tiene importancia es la caridad.
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