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Cristianisme Segle XXI
Al Santo Padre
Francisco
Casa Santa Marta
00120 Città del Vaticano
Cristianisme al Segle XXI somos una Asociación Civil catalana, nacida en 1999 y preocupada por la presencia de la Fe y del Evangelio en el mundo de hoy. Desde entonces nuestra presencia pública en la sociedad catalana ha sido continuada.
Recientemente algunas de las actuaciones del nuevo Arzobispo de Barcelona, Joan Josep Omella, nos han preocupado por lo que suponen de ruptura con la línea pastoral de importantes sectores de la diócesis e incluso respecto de importantes documentos de la misma Conferencia Episcopal Tarraconense.
Nos referimos, en concreto, al nombramiento de miembros de la Congregación “Hermandad de hijos de Ntra. Sra. Del Sagrado Corazón”, para las parroquias de San Antoni, de Can Vidalet, Esplugues, y de Santa Santa Gemma y San Enrique de Ossó, de Pubilla Casas, L’Hospitalet. Se trata de una población obrera de 50.000 personas, en su mayoría de inmigración. El nombramiento se ha hecho sin consultar y, cuando se ha conocido, se ha reafirmado autoritariamente a pesar de la oposición contundente del Consejo Parroquial de la zona.
Ante esto y ante el delicado momento que vive la Diócesis de Barcelona queremos hacer las siguientes consideraciones:
1. Momento especial debido a los efectos de la crisis económica y fractura social.
La crisis económica que vivimos desde hace años ha agravado el fenómeno de fragmentación social. En poco tiempo, dentro mismo de la diócesis de Barcelona se han acentuado las desigualdades sociales. La crisis ha afectado sobre todo a la clase obrera y los barrios de la periferia de Barcelona.
La página web. de esta Congregación pone de manifiesto una espiritualidad desencarnada y preconciliar, que no ayuda a interpretar la dura realidad social de estos barrios. Es ajena al grito de justicia continuamente proclamado por el Papa Francisco y rompe con la línea pastoral que desde hace más de cuarenta años han tenido los equipos pastorales del sector.
2. Momento especial por la creciente conciencia de Cataluña como nación.
Las raíces de la identidad de Cataluña vienen de más de mil años atrás y se han manifestado con expresiones políticas, artísticas, en el modelo económico e industrial, cultural, en la tradición popular y de manera muy especial en la lengua, mantenida como un patrimonio de todos que ha sobrevivido a pesar de largas épocas de persecución por parte del gobierno del Estado. El franquismo supuso la imposición militar de un modelo centralista que rompía el inicial respecto que antes de Franco empezaban a tener las diferencias territoriales y culturales del estado.
En los últimos años, estos sentimientos de identidad, que parecían dormidos, se han reavivado. Y se han expresado pacíficamente, con fuerza, emotividad y cohesión. También, en barrios como Can Vidalet y Pubilla Casas. Es el resultado de un largo trabajo por la cohesión social y la integración en el que las parroquias han tenido un papel fundamental.
La Jerarquía de la Iglesia catalana -a diferencia de la Conferencia Episcopal Española- ha acompañado siempre este proceso con respeto y una ininterrumpida fidelidad. En 1985 la Conferencia Episcopal Tarraconense publicó el documento Raíces Cristianas de Cataluña sobre la relación entre catolicismo y sociedad catalana, en el que se explicaba la presencia de la fe cristiana a lo largo de la historia de Cataluña. Los obispos se comprometían a seguir sirviendo a la sociedad catalana manifestando la voluntad de generar puentes de diálogo.
Estos nombramientos parecen ir en la dirección contraria de “tender puentes”. Más bien se corre el riesgo de generar fracturas entre la comunidad catalana y las otras comunidades de origen diverso.
3. Momento especial para la Iglesia
Es también un momento muy especial para la iglesia catalana, porque en Cataluña estamos viviendo un proceso acelerado y nos parece que irreversible de laicización.
Si los índices de cumplimiento dominical son un criterio, desde finales del franquismo el porcentaje de cumplimiento dominical bajó rapidísimamente, y más en los barrios obreros. En los barrios de Pubilla y Esplugues hoy el cumplimiento dominical oscila entre un 1 y un 3%.
Además de las causas generales, aquí hay unas causas propias que pesan fuertemente en la conciencia colectiva. Sobre todo la legitimación de la Guerra Civil y del franquismo que hizo la Jerarquía. Fue la iglesia del “nacionalcatolicismo”. La venganza, las humillaciones y los crímenes arbitrarios del franquismo con la connivencia de la jerarquía dejaron una profunda herida, que se mantendrá abierta mientras la iglesia no reconozca sinceramente su error.
Sólo en un breve periodo, durante la transición del franquismo, el espíritu del Concilio estuvo presente en la iglesia española. Apareció entonces una iglesia de base viva, preocupada por los problemas de la gente, de presencia pastoral en barrios. Después se volvió al modelo de iglesia cerrada sobre sí misma, reivindicadora de privilegios, vinculada a la derecha política, obsesionada por la moral sexual, alejada de la problemática social.
Después de tantos años las parroquias de Can Vidalet y Pubilla viven de aquel espíritu conciliar, son adultas y tienen opinión. Estos nombramientos vuelven a estos barrios al nacionalcatolicismo.
Nos hemos visto en la obligación de informar a esta Sagrada Congregación de obispos. Pedimos, pues, que esta Congregación ponga remedio de la manera que considere más oportuna.
Cristianisme Segle XXI
Barcelona, 20 de septiembre de 2016
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