El pasado viernes 2 de septiembre Isabel Solà murió asesinada en
Puerto Príncipe, Haití. Su vida entregada y el testimonio de su martirio
nos recuerda de nuevo como, entre los más pobres, personas cautivadas
por la figura del Jesús de Nazaret viven de manera dispuesta a dar la
vida hasta el extremo. La carta escrita por Marcos Recolons, jesuita
catalán y director de Foi et joie (Fe y alegría) en Haití, tiene el
realismo de quien ha conocido de cerca a Isa y su proyecto, y da cuenta
de la dureza de vida de quien se compromete con los más pobres. Sirve de
ejemplo de lo que viven, silenciosamente, miles de misioneras y
misioneros por todo el mundo. Llegando, muy a menudo, allí donde no
llegan las organizaciones humanitarias. ··· Ver noticia ··
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