Religión Digital
Acoge en Roma a 12 refugiados musulmanes en un claro gesto de misericordia
El Papa marca la ruta y da ejemplo. Todos podemos dar trigo y ser ‘buenos samaritanos’
En sus campos-cárcel de Lesbos, los refugiados lloran y aúllan como animales. Y con sus gritos y pancartas sólo piden “freedom” (libertad). No quieren caridad, quieren justicia y respeto a su dignidad
“Pope is our hope [El Papa es nuestra esperanza]”. Para hacer honor a una de tantas pancartas de fortuna (en cartones o telas o simples hojas de cuaderno) que lo acompañaron en Lesbos, Francisco predica con el ejemplo. Se va a la isla griega, puerta cerrada de Europa, a remecer las conciencias de los políticos. Denuncia y habla alto y claro, para dar voz a los “desesperados”. Y, al mismo tiempo, da trigo y regresa a Roma con tres familias de refugiados musulmanes.
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