The Guardian
Más de un cuarto de millón de personas huyen de sus hogares aterrorizadas mientras las milicias de la oposición preparan su retorno. Sin ayuda de la comunidad internacional, las dimensiones del desastre humanitario son cada vez mayores.
Thierry quiere hablar pero los recuerdos de los golpes y las estocadas, así como de la voz de su padre suplicando a unos hombres enmascarados que no lo mataran a hachazos, le impiden respirar. Está en Tanzania, sentado en un banco de madera húmeda y encoge su cuerpo, delgado y frío. El infierno del que habla, y que era su hogar hasta hace dos horas, se encuentra a un par de kilómetros, al otro lado del río. ··· Ver noticia ···
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