Los salesianos tamiles siguen trabajando por las víctimas de las inundaciones
José Manuel Vida RELIGIÓN DIGITAL
Lucia López Alonso, enviada especial a Chennai).- A Chennai le pesa la ropa mojada. El cemento mojado de sus casas. Los motores mojados de sus vehículos varados. No se atisba todavía el epílogo del agua. Seguimos viviendo su argumento. Pero, por fortuna, mientras la emergencia continúa tampoco le ha llegado su epílogo a la generosidad.
Empresas privadas, asociaciones laicas y organizaciones religiosas siguen trabajando en la gran ciudad para paliar la devastación que han provocado las lluvias monzónicas, sin parangón este año, enviando camiones cargados de los prismas fundamentales de la supervivencia.
Por su parte, de aquella mañana del tres de diciembre en que Father Mani Lazar posibilitó junto a un grupo de jóvenes de parroquia un milagro espontáneo (el reparto de 400 paquetes de comida en los slums) a estos momentos, hay un trecho ya recorrido: los salesianos no han dejado de incrementar sus esfuerzos por devolver la dignidad a las víctimas de estas inundaciones.
Be strong Chennai
"Las inundaciones han puesto de manifiesto el valor de la vida", dice Father Jayapalan, provincial de Chennai, tras posponer toda su otra agenda para poder estar en las barriadas, junto a las familias damnificadas. Y es que suele suceder así: lo que un día hace una persona, si lo acepta el resto, se hace fuerte, y al fin se convierte en bandera. Lo que fue una iniciativa improvisada se ha transformado en la firme tarea de muchos salesianos, cuyo trabajo puede delinearse en esquema:
1. Food for the flood. Los salesianos están haciéndose cargo del reparto diario de tuppers de comida en 24 zonas deprimidas de Chennai, 6 pueblos en Chinglepet, 5 en Kanchipuram y 12 en Cuddalore. "Gracias a que Father Mani reunió a esos ángeles atrevidos que hoy son cien y se mueven en ochenta motos", cuenta el provincial. Al mismo tiempo, están repartiendo velas, ya que los edificios siguen sobreviviendo la absoluta carencia de electricidad, agravada por el aislamiento.
2. Servicio salesiano de colaboración. Father Johnson, director de Surabi, la oficina de acción social de los salesianos de la Provincia de Chennai, y Father Jesumanickam han puesto en marcha en Facebook y demás redes sociales el banner #donboscofloodrelief, para visibilizar las necesidades presentes y conseguir aliados para las intervenciones futuras.
Empezar desde cero
Después de la tormenta no todo es arcoiris. Chennai necesitará ropa nueva, muebles, menaje de hogar, todos esos objetos de cada casa a los que les pedimos que nos muestren quiénes somos y cómo es nuestra vida. Dinero para la reforma de las edificaciones. Las familias que han perdido todo necesitarán también asistencia legal para recuperar, por ejemplo, los documentos indispensables para continuar recibiendo sus correspondientes ayudas por parte del gobierno. Y harán falta hospitales de campaña para prevenir las epidemias.
Los salesianos de Tamil Nadu van a organizarlos, porque para ellos esto no se trata de cuatro días de caridad: están permanentes en la periferia. La casa de la hermana de Father Johnson quedó inundada la semana pasada. Father Jesumanickam siquiera pudo alcanzar el barrio de la de la suya, pero no se quedó quieto esperando la llamada: siguió repartiendo comida en las zonas a las que sí tuvo acceso.
-Si no puedes ni localizar a tu hermana, ¿cómo sabes si está bien?
-Igual que yo les estoy ayudando a ellos, confío en que ela también haya encontrado quien le ayude.
Eso es solidaridad: la temeridad de vivir para los demás sin lamentar autobiografías. Y eso es fe: no se puede creer en Dios si no se cree en el hombre.
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