Los que conocen la historia reciente de la política de inmigración en España, coinciden en que en el año 2000 se truncó el consenso entre los dos grandes partidos acerca de las líneas maestras de dicha política. El borrador de la segunda ley de extranjería de la democracia fue consensuado por la mayoría de los partidos en el Congreso de los Diputados, pero en última instancia no recibió el apoyo del PP, que gobernaba. La Ley orgánica 4/2000 se aprobó sin sus votos. Y tras las elecciones del 12 de marzo de 2000, el PP, con mayoría absoluta, aprobó la ley orgánica 8/2000. ¿Qué consenso se quebró? ··· Ver noticia
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