Marcela Belchior
Para tratar sobre violaciones a los derechos indígenas en Brasil promovidas por una alianza entre el capital privado y el gobierno federal, el Papa Francisco recibió, el último 4 de abril, al presidente del Consejo Indigenista Misionero (Cimi) y obispo del Xingú, Don Erwin Kräutler, en el gabinete papal, en el Vaticano. Se destacó durante la reunión la cuestión Guaraní y Kaiowá, en el Estado de Mato Grosso do Sul, donde estaríaocurriendo el confinamiento de 45 mil indios en un área reducida, generando muertes, suicidios y serio sufrimiento continuado a la comunidad.
Durante la audiencia, se discutió también la situación del pueblo Tupinambá de Olivença, que vive en la Sierra del Padeiro, ubicada en el sur del Estado de Bahía, que actualmente tiene en sus tierras una base del Ejército y sufre truculencia por parte del gobierno brasilero. Esos indígenas son víctimas de incendios de casas y ataques del agronegocio en contra del Cimi, organismo vinculado a la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB), y demás organizaciones indigenistas.
De acuerdo con el Consejo, Don Erwin relató al Sumo Pontífice el contexto de los pueblos indígenas del Valle de Javari, Estado de Amazonas, que sufren un brote de hepatitis hace décadas, sin asistencia médica. Además, el obispo indicó que habría una intención de parte del gobierno brasilero de explotar petróleo en sus tierras, lo que el Estado peruano ya estaría haciendo del otro lado de la frontera, impactando en forma contumaz a poblaciones indígenas con o sin contacto con culturas externas.
Sobre los grandes emprendimientos, el obispo recordó que 519 empresas actualmente en Brasil, causarían impacto en 437 tierras pertenecientes a 204 pueblos indígenas, de acuerdo con el informe producido por el Consejo basado también en otros estudios. Destaque para la Usina de Belo Monte, en el Estado de Pará, cuya construcción se estaría realizando sin respetar leyes nacionales y convenciones internacionales, como la Convención 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Entre los pueblos afectados por tales proyectos, señala el Cimi, habría grupos en situación de aislamiento voluntario: "Muchos de ellos se encuentran en gran riesgo de destrucción a causa de proyectos hidroeléctricos, de minería y deforestación causados por la cría de ganado y plantación de soja”, afirma Don Erwin. El Consejo también señala que, en la Amazonia brasilera, vivirían cerca de 90 grupos en situación de aislamiento, libres, siendo mundialmente esta región la de mayor cantidad de pueblos aún sin contacto con la sociedad exterior.
Don Erwin y Paulo Suess, asesor teológico del Cimi también presente en el encuentro, habrían dicho al Papa Francisco que el gobierno de la presidenta Dilma Rousseff, contrariando la Constitución brasilera, habría paralizado la demarcación de tierras indígenas, incentivando aún más la violencia en contra de los derechos de los pueblos tradicionales. En el encuentro, los representantes del Cimi entregaron al Papa publicaciones y estudios profundizando las denuncias.
"La paralización de la demarcación es una de las principales causas de conflicto y violencia sufrida por los pueblos indígenas”, se dice en un trecho del documento recibido por Francisco. Ante las cuestiones presentadas por el Consejo, de acuerdo con Don Erwin Kräutler, el Papa Francisco mostró suma atención, preocupación y sensibilidad.
Denuncia en la ONU
El Consejo Indigenista Misionero (Cimi), conjuntamente con el Servicio Inter-Franciscano de Justicia, Paz y Ecología (Sinfrajupe) y Vivat Internacional, protocoló, en la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el último 27 de marzo, una denuncia sobre violaciones de los derechos del pueblo Tupinambá. El Cimi señala que, solamente en los últimos seis meses, cinco tupinambás y un agricultor fueron asesinados en el interior de la tierra indígena.
Según ellos, los Tupinambá son uno de los primeros pueblos que tuvieron contacto con los portugueses, al comienzo del proceso de colonización brasilera, y aún no tienen ningún territorio demarcado en Brasil. En la denuncia, las entidades llaman la atención de la ONU sobre una "inversión de prioridad del gobierno”, que no respetaría la legislación interna e internacional y no garantizaría el uso social de la tierra y el derecho de los indígenas. Pide además auxilio para la investigación de delitos cometidos en contra de las comunidades.
Traducción: Daniel Barrantes - barrantes.daniel@gmail.com
Durante la audiencia, se discutió también la situación del pueblo Tupinambá de Olivença, que vive en la Sierra del Padeiro, ubicada en el sur del Estado de Bahía, que actualmente tiene en sus tierras una base del Ejército y sufre truculencia por parte del gobierno brasilero. Esos indígenas son víctimas de incendios de casas y ataques del agronegocio en contra del Cimi, organismo vinculado a la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB), y demás organizaciones indigenistas.
De acuerdo con el Consejo, Don Erwin relató al Sumo Pontífice el contexto de los pueblos indígenas del Valle de Javari, Estado de Amazonas, que sufren un brote de hepatitis hace décadas, sin asistencia médica. Además, el obispo indicó que habría una intención de parte del gobierno brasilero de explotar petróleo en sus tierras, lo que el Estado peruano ya estaría haciendo del otro lado de la frontera, impactando en forma contumaz a poblaciones indígenas con o sin contacto con culturas externas.
Sobre los grandes emprendimientos, el obispo recordó que 519 empresas actualmente en Brasil, causarían impacto en 437 tierras pertenecientes a 204 pueblos indígenas, de acuerdo con el informe producido por el Consejo basado también en otros estudios. Destaque para la Usina de Belo Monte, en el Estado de Pará, cuya construcción se estaría realizando sin respetar leyes nacionales y convenciones internacionales, como la Convención 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Entre los pueblos afectados por tales proyectos, señala el Cimi, habría grupos en situación de aislamiento voluntario: "Muchos de ellos se encuentran en gran riesgo de destrucción a causa de proyectos hidroeléctricos, de minería y deforestación causados por la cría de ganado y plantación de soja”, afirma Don Erwin. El Consejo también señala que, en la Amazonia brasilera, vivirían cerca de 90 grupos en situación de aislamiento, libres, siendo mundialmente esta región la de mayor cantidad de pueblos aún sin contacto con la sociedad exterior.
Don Erwin y Paulo Suess, asesor teológico del Cimi también presente en el encuentro, habrían dicho al Papa Francisco que el gobierno de la presidenta Dilma Rousseff, contrariando la Constitución brasilera, habría paralizado la demarcación de tierras indígenas, incentivando aún más la violencia en contra de los derechos de los pueblos tradicionales. En el encuentro, los representantes del Cimi entregaron al Papa publicaciones y estudios profundizando las denuncias.
"La paralización de la demarcación es una de las principales causas de conflicto y violencia sufrida por los pueblos indígenas”, se dice en un trecho del documento recibido por Francisco. Ante las cuestiones presentadas por el Consejo, de acuerdo con Don Erwin Kräutler, el Papa Francisco mostró suma atención, preocupación y sensibilidad.
Denuncia en la ONU
El Consejo Indigenista Misionero (Cimi), conjuntamente con el Servicio Inter-Franciscano de Justicia, Paz y Ecología (Sinfrajupe) y Vivat Internacional, protocoló, en la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el último 27 de marzo, una denuncia sobre violaciones de los derechos del pueblo Tupinambá. El Cimi señala que, solamente en los últimos seis meses, cinco tupinambás y un agricultor fueron asesinados en el interior de la tierra indígena.
Según ellos, los Tupinambá son uno de los primeros pueblos que tuvieron contacto con los portugueses, al comienzo del proceso de colonización brasilera, y aún no tienen ningún territorio demarcado en Brasil. En la denuncia, las entidades llaman la atención de la ONU sobre una "inversión de prioridad del gobierno”, que no respetaría la legislación interna e internacional y no garantizaría el uso social de la tierra y el derecho de los indígenas. Pide además auxilio para la investigación de delitos cometidos en contra de las comunidades.
Traducción: Daniel Barrantes - barrantes.daniel@gmail.com
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