“Pedid por nosotros, para que seamos buenos servidores, no buenos patrones”
“La unidad es de Cristo, los conflictos son problemas que no siempre son de Cristo”
Jesús Bastante
Deseo de servir a los hermanos y dispuesta a salir al encuentro con coraje profético de las expectativas y exigencias espirituales de los hombres y de las mujeres de nuestro tiempos en el Angelus de ho
(Jesús Bastante).- De nuevo, la plaza de San Pedro se
encontraba abarrotada. Niños, jóvenes, ancianos, familias....
Religiosos y sacerdotes, unidos con padres de familia en una plaza que
hoy más que nunca es el centro de la Cristiandad. Una unidad que ensalzó hoy el Papa: "La unidad es Cristo, los conflictos son problemas que no siempre son de Cristo", apuntó, recordando que curas, obispos y cardenales "no deben considerarse propietarios de poderes especiales o dueños de la Iglesia".
"¡Buenos días!", saludó el Papa, recibido con una sonora ovación, al
igual que en el momento en que pidió un aplauso para los nuevos
cardenales o cuando recordó que todos somos corresponsables en la construcción de la Iglesia y que los que han recibido un ministerio particular deben ser "buenos servidores, no patrones".
El Papa se centró en los problemas de san Pablo en la comunidad de
Corinto, "con las divisiones que se habían formado entre los que decían Yo soy de Pablo, yo soy de Cefas...
Ese modo de pensar está equivocado, porque la comunidad no pertenece a
los apóstoles, sino que son ellos los que pertenecen a la comunidad, y
toda la comunidad pertenece a Cristo".
"De esta pertenencia deriva que las comunidades cristianas, diócesis,
parroquias, asociaciones y movimientos, sus diferencias no pueden
contradecir el hecho de que todos, a través del bautismo, tenemos la
misma dignidad en Jesucristo. Todos somos hijos de Dios", aclaró
el Papa, para después dejar claro que "los que han recibido un
ministerio para guiar, predicar o administrar los sacramentos no deben considerarse propietarios de poderes especiales, dueños, sino ponerse al servicio de la comunidad, ayudándoles a recorrer el camino de la santidad".
"La Iglesia confía este testimonio de envío pastoral a los cardenales, con los que he celebrado esta mañana la Santa Misa. ¿Podemos saludar a los nuevos cardenales con un aplauso?",
Y toda la plaza aplaudió. A continuación, Francisco habló del reciente
consistorio, que "nos ha ofrecido una ocasión preciosa para experimentar la catolicidad, la universalidad de la Iglesia, muy bien representada por el colegio cardenalicio".
"Todos ellos reunidos en estrecha comunión en torno al Sucesor de
Pedro. Para que el Señor les dé la gracia para trabajar y construir la
unidad de la Iglesia. La unidad es mucho más importante que los
conflictos. La unidad es Cristo, los conflictos son problemas que no siempre son de Cristo", recordó el obispo de Roma.
"Los momentos litúrgicos de fiesta que hemos tenido la oportunidad de
vivir en estos dos últimos días refuerzan en todos nosotros la fe, el
amor a Cristo y a su Iglesia. Os invito a sostener a estos pastores y a
ayudarles con la oración, para que guíen siempre con celo al pueblo que se les ha confiado, mostrando a todos la ternura y el amor al Señor".
Cuánta necesidad de oración tiene un obispo, un cardenal, un Papa...
para que ayude a llevar adelante al pueblo de Dios. Digo ayudar, servir
al pueblo de Dios, porque la vocación del obispo o del Papa es la de ser
servidores en nombre de Cristo. Pedid por nosotros, para que seamos buenos servidores, no buenos patrones", volvió a decir el Papa, y volvió a aplaudir la plaza de San Pedro.
"Todos juntos, Obispos, presbíteros, personas consagradas y fieles
laicos debemos ofrecer el testimonio de una Iglesia fiel a Cristo,
animada por el deseo de servir a los hermanos y dispuesta a salir al
encuentro con coraje profético de las expectativas y exigencias
espirituales de los hombres y de las mujeres de nuestro tiempo",
concluyó Francisco.
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