Ya saltó el anunciado cardenal honorífico de España.
Si llena de brumas se nos presentó la elección papal (¿de quién se deja
aconsejar Francisco para ese tipo de elecciones? ¿qué conocía Francisco
de Fernando Sebastián?) más desconcierto aún nos deja la manera como ha
arremetido en su primera ocasión (ver El Periódico y La Opinión, contra
las mujeres, atreviéndose a sentenciar sobre sus intenciones ocultas y a
dogmatizar sobre la naturaleza de niño con plenos derechos humanos que tendría el cigoto o el embrión.
creerse inteligente y “elegido” puede ocultar la mayor ignorancia sobre la vida real.
Y esto le lleva a meterse en todos los charcos, como cuando recomendó
votar al Tercio católico y Falange Española y de las JONS, -¡en 2007,
siendo obispo en Navarra!- porque eran con otros dos los únicos partidos
que “quieren ser fieles a la doctrina social de la Iglesia en su
totalidad”.
Personalmente lo conozco desde hace cuarenta y cinco años, le sucedí
en 1971 como director de la revista Iglesia Viva y hemos tenido nuestras
tensiones que son
historia. De más tiempo le conoce su condiscípulo Pedro Casaldáliga,
pero me consta que su amitad y sus visitas tampoco pudieron seguir. Pero
no creía que sería capaz de empezar así su cardenalato, un regalo del
papa Francisco, cuando hay tantos niños y mujeres en el mundo real,
víctimas reales de las injusticias reales que podrían haber atraído un
pco su atención, en vez de tenerla fija en el útero de las mujeres. No
se me ocurre sino decirle que sea congruente con lo que piensa y que
lleve sus premisas hasta las últimas consecuencias. Como hace José
Ignacio Calleja en estos comentarios a su entrevista en Religión
Digital.
· José Ignacio Calleja
miércoles 15 enero 2014, 11:47
Fernando Sebastián: “Todas las
mujeres que quieren abortar lo que buscan es quitarse del medio a sus
hijos para disfrutar de la vida. ¿Cuántas niñas hay que quieren abortar
por ser violadas? Esa es la pregunta. De los 120.000 abortos al año
¿cuántos son por violación? Este debate esta pervertido. Nadie quiere
reconocer la verdad que es que se está matando a un niño que empieza a
vivir en el vientre. El aborto es matar un niño y nadie quiere mirar al
frente. Esta hipocresía está pervirtiendo las conciencias”. Si lo cree
en estos términos exactos, ¿por qué cobra él un salario de un Estado que
lo permite? ¿Por qué trata amistosamente con sus autoridades? ¿Cómo es
que duerme en paz en una residencia con buen clima? ¿No tenía que estar
en la calle, ejerciendo del deber de resistencia día y noche contra los
supuestos asesinos y el Est…ado que lo consiente, en la persona de los
más inocentes? ¿Cree que cumple con el sagrado deber de dar la vida por
ellos, si preciso fuera, solo por responde.
• ¿Cree que cumple con el sagrado deber de dar la vida
por ellos, si preciso fuera, solo por responder con rotundidad a una
entrevista o a mil? ¿Cómo acepta ser cardenal de un Estado (la Iglesia)
que reconoce y pacta con todos los
Estados, el español entre ellos, donde esa masacre de niños inocentes
asesinados, – según sus palabras -, es permitida? ¿Cómo se reconoce en
ciudadano de esos Estados y de sus democracias? Me parece que todos
entendemos lo que quiere decir, – con la verdad fundamental a la que
apunta -, pero en el decirlo, es un bárbaro moral, es decir, temerario y
cruel. Lo siento de veras.
Por cierto: ¿No debía oponerse tajantemente Fernando también al nuevo
proyecto de la ley de Gallardón porque permite el asesinato de un niño
sólo por el hecho de que su padre fuese un violador? ¿Desde cuándo los
hijos son culpables de los pecados de sus padres? Fernando, ya que estás
dispuesto a dar la vida por Cristo como indica el rojo de la que será
tu nueva vestidura, arremete en serio contra la ley de Gallardón pues
sigue siendo una invitación al asesinato de inocentes.
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