Las fronteras son las cicatrices de la humanidad
Ramón Buxarrais es un sacerdote de Barcelona (84 años) que tras pasar más de diez años en la zona minera del desierto de Antofagasta (Chile) y unos años como Arcipreste de Granollers, fue nombrado obispo de Zamora
en 1971. Sólo pudo estar allí dos años, intentando renovar la diócesis
con los aires pastorales del Vaticano II. Tuvo fuertes enfrentamientos
con elementos del cabildo de mentalidad nacionalcatólica y en 1973 fue trasladado a Málaga. Pero allí aguanto las contradicciones de ser obispo-autoridad hasta 1991, en que renunció al episcopado y se fe como capellán de un asilo de Melilla. Allí vive como cuenta en esta entrevista.
Nos alegramos de publicarla pues es una persona que siempre ha elegido
la ocultación al ruido mediático y es importante que su testimonio sea
conocido.
“Las fronteras son las cicatrices de la humanidad, no deberían existir”
“Nos hemos acostumbrado a un papado divinizado, pero afortunadamente Francisco está bajando peldaños”
Irene López, Religión Digital, 12 de diciembre de 2013.
- Monseñor Ramón Buxarrais, obispo emérito de
Málaga, nos recibió en el centro social “Gota de Leche” de Melilla,
donde actualmente trabaja atendiendo a niños y ancianos. Allí nadie le
llama Monseñor: “Ya no soy obispo, tan sólo capellán de la Gota de Leche“, dice quien renunció a su puesto de obispo de Málaga para dedicar su vida a los más pobres. Hoy cumple 84 años.
Monseñor, ¿qué piensa de la valla de Melilla?
Que es imposible cruzarla. Parece obvio lo que voy a decir, pero las cuchillas cortan.
Las fronteras son las cicatrices de la humanidad. No deberían existir.
Parece que España no se da cuenta de que en unos años va a afrontar un
grave problema demográfico, porque nos estamos quedando sin relevo
generacional, y que los inmigrantes son en realidad su única esperanza
de revertir este envejecimiento poblacional. Pero las fronteras deben
rechazarse no sólo por eso, sino porque nos separan. Debemos comprender
el problema de los pueblos negros y subsaharianos, y actuar sobre la
realidad que hay detrás de la inmigración: el robo de la riqueza natural
de los países pobres por parte de empresas extranjeras.
Debemos comprender el problema de los pueblos negros y subsaharianos, y actuar sobre la realidad que hay detrás de la inmigración: el robo de la riqueza natural de los países pobres por parte de empresas extranjeras
Usted, Castellanos y Casaldáliga renunciaron a sus puestos de
obispo para irse a otros lugares a atender a los más pobres.
¿Considera que la renuncia de Benedicto XVI y el pontificado de
Francisco son el signo de que la Iglesia comienza a realizar gestos
parecidos, de rechazo al poder y opción por los pobres?
La renuncia de Benedicto fue un acto de sinceridad. Hay gente que se
aferra demasiado al cargo. Nos hemos acostumbrado a un modelo de papado
divinizado, pero afortunadamente Francisco está dibujando otro estilo
de pontificado. Está bajando peldaños.
¿Se arrepiente de haber abandonado sus privilegios de obispo?
No. Me arrepiento de haber sido obispo.
¿A qué se dedica actualmente?
Estoy aquí en la Gota de Leche, que en origen fue un centro de
acogida que creamos para los hijos de las mujeres musulmanas que se
quedaban embarazadas de soldados españoles. Ahora es un centro de día
para ancianos, de todas las religiones y razas. También trabajo con
INSONA (Iniciativas Sociales para Nador), una ONG de Marruecos que
montamos 8 musulmanes y 7 cristianos con la ayuda económica de la
embajada española. Damos Formación Profesional al estilo salesiano:
cursos de jardinería, de cocina, de carpintería… Hemos llegado a tener
un centenar de alumnos.
Mi próximo proyecto es un centro de promoción de la mujer en Cabo de Aguas, a 100 kilómetros de Melilla.
¿Es Melilla realmente una ciudad de encuentro y convivencia religiosa, o más bien de choque de civilizaciones?
Los ciudadanos se respetan unos a otros, porque se han criado todos
juntos: cristianos, musulmanes, judíos… y ahora la comunidad hindú está
empezando a ser importante también. Cada uno tiene su templo: los
musulmanes su minarete desde donde llaman a la oración, los hebreos sus
sinagogas… Y últimamente está habiendo bastantes matrimonios mixtos
(entre cristianos y musulmanes). Esto a veces trae dificultades
familiares, pero se están poniendo en marcha iniciativas públicas para
igualar los derechos entre las 4 culturas de Melilla. Por ejemplo, el
año pasado sacaron una ley para que el día del Eid (la fiesta del
cordero de los musulmanes) fuera día no laborable, al igual que lo es la
Navidad cristiana.
El Papa Francisco dice en su exhortación apostólica que “el
verdadero Islam” es contrario a la violencia. ¿Está de acuerdo con que
la violencia sectaria nace de la mala interpretación de la religión?
Evidentemente. Aquí en Melilla estamos en continuo contacto con los
musulmanes, y yo mucho más porque trabajo en Nador, que es una de las
provincias marroquíes de la zona del rift. Y te puedo asegurar que el
Corán es paz, comprensión y cordialidad
No hay comentarios:
Publicar un comentario