Hoy se celebra en Madrid el desfile de las F. Armadas. Va a ser más restringido que otros años, solo de media hora de duración; pero en esa media hora se van a gastar nada menos que 800.000 €.
Caritas nos acaba de decir que ya tenemos en España TRES MILLONES de
personas en extrema pobreza, que tenemos muchos familias que perciben
tan solo 307 € mensuales y otras que no reciben absolutamente nada. La
crisis económica y las políticas
de recortes y más recortes están martilleando sin piedad a los más
desfavorecidos, como los inmigrantes y parados y los apoyos familiares cada vez más agotados.
En tan solo cinco años hemos pasado de
de 8,9 millones a 10,5 millones de pobres, y la tasa de paro de 8,6 al
26 %. ¡Cuánta tragedia se esconde detrás de estas cifras y para seguir
creciendo!, pues esos anuncios que nos hacen los ministros de que hemos
tocado fondo y empezamos a crecer no lo cree nadie, pues basta abrir los ojos
para ver cada día más colas en los comedores sociales, más gente
pidiendo por todas partes, más personas solicitando ayudas en parroquias
y otros servicios sociales cada vez más desbordados e impotentes para
atender a tantas peticiones. Ya hay organizaciones que tienen que hacer
turnos y suspender temporalmente la ayuda a unos para atender a otros,
pues les resulta imposible atender simultánea y mínimamente a todos.
Por contra, según un estudio de Credit Suisse,
el número de personas en España con un patrimonio mínimo de un millón
de $ subió en 47.000 de 2011 a 2012, pasando a un total de 402.000. Es
decir, crece la desigualdad, la injusticia, la fractura social. ¿Qué
leyes y qué clase de política social se están haciendo? Tanto el
gobierno anterior como sobre todo el actual han aplicado unos recortes
draconianos al gasto en servicios sociales, en sanidad y educación, que
caen como siempre sobre los más impotentes e indefensos.
Ante este panorama, gastarse 800.000 € en media hora es una bofetada
indecente y ofensiva en el rostro de los pobres. Una ocasión perdida de
dar muestras de sensibilidad social, de coherencia con los graves
problemas del país, de romper con algo que no sirve para nada. El
Príncipe que lo va a presidir tuvo una oportunidad evidente
de dar por lo menos otra imagen a la corona, hoy muy deteriorada,
pidiendo que no se celebrase, y así demostrar estar en sintonía con los
más graves problemas de nuestro país.
Un cordial saludo a tod@s.-Faustino
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