Invita a “testimoniar a Dios con la palabra y con la vida en la cotidianidad”
El Papa Francisco continúa con su visita a las Basílicas romanas. Hoy, por la tarde, era el turno de la de San Pablo Extramuros, donde le esperaba una multitud, dentro y fuera del templo. La “franciscomanía” va en aumento. A la entrada y a la salida de la Basílica, la gente grita y se entusiasma al ver pasar a Francisco a su lado. En la homilía, Francisco aprovechó para fustigar la “incoherencia d elos pastores que mina la credibilidad de la Iglesia”.
El Papa Francisco continúa con su visita a las Basílicas romanas. Hoy, por la tarde, era el turno de la de San Pablo Extramuros, donde le esperaba una multitud, dentro y fuera del templo. La “franciscomanía” va en aumento. A la entrada y a la salida de la Basílica, la gente grita y se entusiasma al ver pasar a Francisco a su lado. En la homilía, Francisco aprovechó para fustigar la “incoherencia d elos pastores que mina la credibilidad de la Iglesia”.
“La incoherencia de los fieles y de los pastores mina la credibilidad de la Iglesia”
“Anunciar, testimoniar y adorar”
“Santos escondidos, una especie de clase media de la santidad, de la que todos podemos formar parte”.
“Dar al Señor el puesto que debe tener”
“Prescindir de los ídolos: la ambición, el carrerismo, la tendencia a prevalecer sobre los demás…y muchos otros”
“Testimoniar a Dios con la palabra y con la vida en la cotidianidad”.
El Papa Francisco ha remarcado que “no se puede anunciar el Evangelio de Jesús sin el testimonio concreto de la vida” y ha alertado de que “la incoherencia de los fieles y los Pastores entre lo que dicen y lo que hacen, entre la palabra y el modo de vivir, minan la credibilidad de la Iglesia”, durante la Misa celebrada en la Basílica de San Pablo Extramuros de Roma.
El Pontífice ha visitado por primera vez esta Basílica papal de Roma, a su llegada ha visitado la tumba de San Pablo y se ha detenido a rezar, y después ha celebrado una Misa a las 17,30 horas concelebrada por el arcipreste de la Basílica de San Pablo Extramuros y exprefecto de la Casa Pontificia, el cardenal James Michael Harvey; los arciprestes eméritos, el cardenal Andrea Cordero Lanza di Montezemolo y el cardenal Francesco Monterisi; así como el padre abad benedictino de la abadía de San Pablo extramuros, el padre Edmund Power.
Durante la homilía, ha recordado que san Pablo fue “un humilde y gran Apóstol del Señor, que ha anunciado a Dios con la palabra, ha dado testimonio de él con el martirio y le ha adorado con todo el corazón”.
En esta línea, el Papa Francisco ha destacado que “no se puede anunciar el Evangelio de Jesús sin el testimonio concreto de la vida” porque quien escucha y ve “debe poder leer en los actos eso mismo que oye en los labios, y dar gloria a Dios” y ha apuntado que “la incoherencia de los fieles y los Pastores entre lo que dicen y lo que hacen, entre la palabra y el modo de vivir, minan la credibilidad de la Iglesia”.
Además, el Papa ha indicado que el anuncio del Evangelio “solamente es posible si se reconoce a Jesucristo” porque es Él quien ha llamado y ha invitado a recorrer su camino, por lo que “anunciar y dar testimonio es posible únicamente si se está junto a él, justamente como Pedro, Juan y los otros discípulos estaban en torno a Jesús resucitado”, ha destacado.
Asimismo, el Pontífice ha apuntado que “la fe nace de la escucha, y se refuerza con el anuncio”, pero ha recordado que “el anuncio de Pedro y de los Apóstoles no consiste sólo en palabras, sino que la fidelidad a Cristo entra en su vida, que queda transformada, recibe una nueva dirección, y es precisamente con su vida con la que dan testimonio de la fe y del anuncio de Cristo”.
Francisco también ha dirigido unas palabras especiales a los pastores. “No se puede apacentar el rebaño de Dios si no se acepta ser llevados por la voluntad de Dios incluso donde no queremos, si no hay disponibilidad para dar testimonio de Cristo con la entrega de nosotros mismos, sin reservas, sin cálculos, a veces a costa incluso de nuestra vida”, ha señalado.
Además, ha agregado que esto vale para todos porque “el Evangelio ha de ser anunciado y testimoniado” ya que “el testimonio de la fe tiene muchas formas, como en un gran mural hay variedad de colores y de matices; donde todos son importantes, incluso los que no destacan”. “En el gran designio de Dios, cada detalle es importante, también el pequeño y humilde testimonio tuyo y mío, también ese escondido de quien vive con sencillez su fe en lo cotidiano de las relaciones de familia, de trabajo, de amistad”, ha explicado.
En este sentido, el Papa ha recordado que “hay santos del cada día, los santos ‘ocultos’, una especie de ‘clase media de la santidad’, de la que todos pueden formar parte” y también ha recordado también que “en diversas partes del mundo hay también quien sufre, como Pedro y los Apóstoles, a causa del Evangelio; hay quien entrega la propia vida por permanecer fiel a Cristo, con un testimonio marcado con el precio de su sangre”.
Por último, el Papa ha invitado a “vivir una relación intensa con Jesús, una intimidad de diálogo y de vida” para reconocerlo como el Señor y adorarlo y ha explicado que ‘adorar’ significa “aprender a estar con él, a pararse a dialogar con él, sintiendo que su presencia es la más verdadera, la más buena, la más importante de todas” porque adorar al Señor quiere decir “darle a él el lugar que le corresponde”, “creer – pero no simplemente de palabra – que únicamente él guía verdaderamente la vida”.
En este punto, el Papa Francisco ha invitado a despojarse “de tantos ídolos, pequeños o grandes” que se tienen en los cuales se pone la seguridad, como son “la ambición, la búsqueda del éxito, el poner en el centro a uno mismo o la tendencia a estar por encima de los otros” y a “escoger al Señor como centro, como vía maestra de la vida”.
Al finalizar su homilía, el Pontífice ha remarcado que el Señor “llama cada día a seguirle con valentía y fidelidad” y envía a “proclamarlo con gozo como el Resucitado” pero pide hacerlo “con la palabra y el testimonio de la vida en lo cotidiano” ya que “el Señor es el único, el único Dios de la vida e invita a despojarse de tantos ídolos y a adorarle sólo a Él”.
Después de la Misa, el Papa Francisco ha visitado la capilla del crucifijo para venerar el icono de la Virgen ‘Theotokos Hodigitria’ del siglo XIII, delante la cual el 22 de abril de 1541 San Ignacio de Loyola y sus primeros compañeros hicieron la profesión religiosa solemne, evento fundamental para el inicio de la Compañía de Jesús.
Con esta visita a San Pablo Extramuros, el nuevo Obispo de Roma, ha visitado las cuatro basílicas mayores de Roma en su primer mes de su Pontificado. (RD/Ep)
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