Si mis informes son ciertos, nuestro obispo, Mario Iceta, ha prohibido una intervención de Andrés Torres Queiruga en el IDTP y le ha comunicado a su director la necesidad de reconducir el instituto hacia una posición más centrada. La noticia me ha escandalizado. Que yo recuerde, desde la época de Pablo Gúrpide es la primera vez que un obispo impide la presencia de un teólogo en nuestra diócesis.
Con ocasión de esta censura, quiero manifestar públicamente que me produce estupor comprobar la facilidad con la que algunos obispos españoles confunden su teología legítima conla fe de la Iglesia. El servicio a la comunión eclesial ha de evitar esta equivocación.
En cuanto a la indicación episcopal de reconducir el Instituto a una posición más centrada, solamente un par de consideraciones:
a) Desgraciadamente el viejo debate que mantuvimos con algunos miembros del gobierno diocesano (y adjuntos) sobre la autonomía de IDTP tenía “el gato encerrado” de la censura, como presumíamos. Es lo que tiene la condición humana del poder cuando no se controla democráticamente y/o no funciona el principio de subsidiariedad.
b) La inteligencia espacial es una virtud muy necesaria para el ejercicio del servicio a la comunión en la Iglesia: cuando un obispo confunde el centro con la derecha, irremediablemente deja fuera de la comunión a un grupo importante de miembros de la comunidad cristiana.
F. Javier Vitoria
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