(Enviado por Jesús Gallego)
Quizás volviera a creer en un gobernante si:
El próximo presidente, cuando hablase de austeridad, tuviese el valor de hacerlo ante todos los ciudadanos a través de la T.V. y empezase diciendo:
Que, a partir de ahora, los sindicatos, los empresarios, los partidos políticos,... se financiarán con las cuotas de sus afiliados.
Que las prebendas: coches oficiales, viajes familiares, tarjetas visa…, serán derogadas
Que a la casa real se le asignará un presupuesto más austero.
Que los políticos y altos cargos deberán renunciar a tener varios sueldos, escogiendo para percibir el de mayor cuantía
Que los parlamentarios y senadores estarán obligados a realizar su trabajo diario, que cotizarán para su jubilación el mismo número de años que el resto de los ciudadanos y que percibirán solo la pensión máxima establecida.
Que después, si aun es necesario, los ciudadanos también nos ajustaremos
Que las ayudas sociales no tendrán recortes
Que los inspectores de trabajo, en el cumplimiento de su función, no tolerarán jornadas de diez o doce
hora que impiden la creación de nuevos puestos de trabajo.
Que los trabajadores tendrán un trato digno y no soportarán vejaciones, en silencio, para no perder su precario empleo.
Que los trabajadores serán valorados por su preparación no por sus contactos con lo que el trabajo será más rentable y efectivo
Que no volveremos a escuchar a un jubilado decir, después de 40 años de servicio:“Menos mal que este mes he cobrado”
Que la enseñanza pública será la mejor posible, que en ella, la formación de valores tendrá la misma importancia que la información porque de ello depende el futuro de España.
Que nos sentiremos seguros con nuestras fuerzas de seguridad porque tienen todos los medios necesarios
Que la justicia será eso, justicia. Independiente, libre y con medios
Que la sanidad será igual para todos los españoles y no se le harán recortes.
Que a partir de ahora, no veremos a nuestros jóvenes emigrar en busca de trabajo digno.
Que...................................................................................
Quizás entonces, si el elegído se atreve a poner orden en este caos, y hace de nuestro país una nación fuerte y unída que pueda salir de este desastre, sólo quizás, podré volver a tener confianza en un gobernante.
Una gran indignada
El próximo presidente, cuando hablase de austeridad, tuviese el valor de hacerlo ante todos los ciudadanos a través de la T.V. y empezase diciendo:
Que, a partir de ahora, los sindicatos, los empresarios, los partidos políticos,... se financiarán con las cuotas de sus afiliados.
Que las prebendas: coches oficiales, viajes familiares, tarjetas visa…, serán derogadas
Que a la casa real se le asignará un presupuesto más austero.
Que los políticos y altos cargos deberán renunciar a tener varios sueldos, escogiendo para percibir el de mayor cuantía
Que los parlamentarios y senadores estarán obligados a realizar su trabajo diario, que cotizarán para su jubilación el mismo número de años que el resto de los ciudadanos y que percibirán solo la pensión máxima establecida.
Que después, si aun es necesario, los ciudadanos también nos ajustaremos
Que las ayudas sociales no tendrán recortes
Que los inspectores de trabajo, en el cumplimiento de su función, no tolerarán jornadas de diez o doce
hora que impiden la creación de nuevos puestos de trabajo.
Que los trabajadores tendrán un trato digno y no soportarán vejaciones, en silencio, para no perder su precario empleo.
Que los trabajadores serán valorados por su preparación no por sus contactos con lo que el trabajo será más rentable y efectivo
Que no volveremos a escuchar a un jubilado decir, después de 40 años de servicio:“Menos mal que este mes he cobrado”
Que la enseñanza pública será la mejor posible, que en ella, la formación de valores tendrá la misma importancia que la información porque de ello depende el futuro de España.
Que nos sentiremos seguros con nuestras fuerzas de seguridad porque tienen todos los medios necesarios
Que la justicia será eso, justicia. Independiente, libre y con medios
Que la sanidad será igual para todos los españoles y no se le harán recortes.
Que a partir de ahora, no veremos a nuestros jóvenes emigrar en busca de trabajo digno.
Que...................................................................................
Quizás entonces, si el elegído se atreve a poner orden en este caos, y hace de nuestro país una nación fuerte y unída que pueda salir de este desastre, sólo quizás, podré volver a tener confianza en un gobernante.
Una gran indignada
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