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miércoles, 30 de noviembre de 2011

Salesianos y salesianas fundaron una nueva red

Foto del artículo -BRASIL – SALESIANOS Y SALESIANAS FUNDARON UNA NUEVA RED28/11/2011 - Brasil 

(ANS – Brasilia) – El 21 y 22 de noviembre de 2011, los seis inspectores de los Salesianos de Don Bosco (SDB), y las nueve inspectoras de las Hijas de María Auxiliadora (FMA) participaron de la CISBRASL, en Brasilia-DF, para la aprobación de los proyectos y también para la creación de la Red Salesiana Brasil.
En el primer día, los seis inspectores, al que asistió el Consejero para la Región  América Cono Sur, padre Natale Vitali - quien representó al Rector Mayor, Don Pascual Chávez Villanueva - se reunieron para evaluar, encaminar y aprobar los trabajos de las Inspectorías . Los tres directores de CISBRASIL Salesiano Coadjutor Cledson Rodrigues, el Padre  Pessinatti y el Padre Ronaipe presentaron los proyectos para el año 2012. Al mismo tiempo, las inspectoras se reunieron para evaluar y aprobar sus proyectos a nivel nacional.
 
El día 22 de noviembre, a partir de las experiencias de éxito de las acciones conjuntas, los SDB y las FMA fundaron una nueva red llamada RED SALESIANA BRASIL (RSB).
Hace casi 10 años, los Salesianos de Don Bosco y las Hijas de María Auxiliadora comenzaron un trabajo en red reuniendo las escuelas de educación infantil, enseñanza  obligatoria y media en una única red, con las actividades comunes entre ellos.
La Red Salesiana de Brasil es el primer proyecto en ser acogido por todas las provincias de los salesianos y salesianas. Desde la fecha 22 de noviembre de 2011, se torna en un referente para el trabajo en red, pues las actividades en  común entre los SDB y FMA asume el carácter legal de una nueva asociación.
Publicado el 28/11/2011



martes, 29 de noviembre de 2011

VII Asamblea del MJS de Europa en Fátima


La Asamblea del Movimiento Juvenil Salesiano de Europa ha tenido lugar entre los días 25 y 27 de noviembre en Fátima. Se trata ya de la séptima edición, tras las celebradas anteriormente en Roma, Bruselas, Cracovia, La Coruña, Roma y Budapest.
Borja Pérez
La Asamblea contó con la presencia de 43 jóvenes, salesianos e Hijas de Mª Auxiliadora procedentes de Portugal, España, Francia, Irlanda, Reino Unido, Italia, Austria, Croacia, Eslovenia, República Checa, Eslovaquia, Hungría y Austria, así como de los representantes del Dicasterio y el Ámbito de la Pastoral Juvenil en Roma. En representación del MJS España acudimos cuatro representantes.
En cada Asamblea uno de los países hace una presentación de la realidad de su MJS. En este caso fue el turno del Reino Unido. El sábado, los momentos fuertes fueron el momento formativo, sobre la vocación, presentado por los representantes de Francia, y la revisión de la JMJ por parte de los representantes que acudimos desde España. Además hubo tiempo para renovar algunos de los cargos de la Secretaría y, como no, para disfrutar de una visita al santuario de Fátima.
Tras una breve visita por Lisboa, y tras emplazarnos para el año que vienen Lyon, se dio por concluida la Asamblea.

Clima, tener en cuenta a los pobres y el futuro del planeta

José Arregi, teólogo: La Iglesia española está especialmente politizada, derechizada, a la defensiva y agresiva


José Manuel Vidal

“Están enterrando el espíritu renovador del Concilio, apelando a la letra del Concilio”
“Lo importante ahora es tratar de curar y cuidar en lo posible a todas las víctimas”
Franciscano de corazón y sin papeles, el teólogo José Arregi sigue alentando la mística de la resistencia activa en la Iglesia. Con sus artículos, conferencias y libros. Acaba de publicar dos. ’Jesús siglo XXI’ (Fe adulta) y ’Cristianismo, historia y mundo moderno’ (Nueva Utopía).
Más libre que nunca, asegura que la Iglesia “sigue anclada en paradigmas trasnochados”, denuncia a la jerarquía española “politizada, derechizada y agresiva”, reivindica “el placer sexual como sacramento de Dios”y defiende a José Antonio Pagola. Tras sufrir en su propia familia la violencia de ETA, pide “curar y cuidar a todas las víctimas” y perdonar. Pero sabiendo que “el perdón ni se puede imponer ni exigir”.

¿Por qué “la fe no consiste en creer sino en confiar”? 

“Fe” significa eso, confianza. Eso es la fe para san Pablo: la confianza incondicional en Dios como misterio de pura gracia. Esa confianza es la que nos hace libres, felices, buenos, compasivos como Jesús. Las creencias dependen de la cultura, de la cosmovisión, del lenguaje. Las creencias, todo el credo, todas los dogmas, no son más que formas y soportes de la fe, y pueden cambiar, han de cambiar según las culturas. Antes creían que el cielo estaba arriba y que Dios estaba en el cielo como un gran señor, que hacía llover o hacía milagros si se le pedía bien o simplemente si le daba la gana. En ese Dios ya no cree casi nadie; es que no se puede creer, no entra dentro de “lo creíble” hoy.
Pero lo mismo pasa con otras muchas creencias, con todas: han de cambiar, para poder seguir confiando en el misterio de gracia, es decir, belleza y bondad, que llamamos “Dios”. La Carta de Santiago dice: “¿Qué haces con creer que Dios existe, o esto o lo otro? También los demonios creen” (”demonios” es hoy una forma de hablar). Solo hay que creer “lo creíble” y solo en la medida en que ayuda a confiar, mientras que en aquello que resulta increíble o impide confiar no se ha de creer. O, si se prefiere, hay que reinterpretar todas las creencias para seguir confiando, es decir, siendo felices y buenos, como Jesús.
¿Vive la Teología anclada en paradigmas del pasado, anacrónicos y nocivos? 
Eso es, es cuestión de paradigmas. Las imágenes y categorías fundamentales, el credo y la organización, de todas las grandes religiones, responden a culturas agrarias de hace miles de años: Dios como personaje supremo, la tierra y el ser humano como centro del universo, el pecado y el perdón, el “más allá”, jerarquía y poder sacralizados…
Al cristianismo tradicional y, en concreto, a la iglesia católica, le pasa lo mismo: sigue anclada en paradigmas trasnochados. Y una de dos: o la Iglesia transforma su lenguaje y sus instituciones para que puedan seguir suscitando y soportando la confianza y la bondad en el mundo de hoy, o se condena a sí misma al ostracismo y la marginación inoperante, deja de ser levadura y sal. En la Iglesia del Vaticano II se hizo un enorme esfuerzo para que fuera posible la primera alternativa, pero la jerarquía católica, desde el año 80, parece empeñada en que se dé la segunda. Es por miedo.

¿Por qué hay miedo en la Iglesia española y entre los teólogos? 

El miedo es un mecanismo sano, porque nos alerta de unos riesgos. Pero el miedo se convierte en el mayor riesgo, cuando nos encierra y paraliza, nos pone a la defensiva, y no pocas veces a la ofensiva; el propio miedo crea fantasmas, en vez de energías positivas y transformadoras; el propio miedo se convierte en el mayor peligro. Creo que es lo que está pasando en la Iglesia católica en general, y creo que ese fenómeno es especialmente patente en la Iglesia española, especialmente politizada y derechizada, especialmente defensiva y agresiva. Es verdad que vivimos tiempos de crisis cultural, pero creo que la reacción del Vaticano y de la jerarquía española están siendo muy contraproducentes; están provocando una ruptura social masiva con la Iglesia, una ruptura que puede ser definitiva. La jerarquía está sectarizando a la Iglesia.
¿A qué se debe el intento “oficial” de enterrar el Vaticano II?
No se trata de mala voluntad. Pienso que se debe, fundamentalmente, a un error de diagnóstico. El Concilio Vaticano II quiso ponerse al día en un mundo marcado por la modernidad, pero lo hizo demasiado tímidamente; incluso los que quisieron ir más lejos -en la línea de Rahner- no pudieron hacerlo, porque había un fuerte sector ultraconservador y el sector mayoritario era moderado, pero básicamente conservador, como el mismo Pablo VI. Los documentos del Concilio, fundamentalmente referidos a la Iglesia, son producto de consensos y equilibrios, y albergan no pocas contradicciones.
Después del Concilio se iniciaron reformas interesantes, aunque muy insuficientes. Al mismo tiempo, la sociedad europea occidental emprendió una transición rápida y profunda de la era moderna industrial a la era posmoderna de la información y el pluralismo, con la secularización consiguiente. El sector episcopal conservador, con los teólogos von Balthasar y Ratzinger al frente, se alarmó y pensó que la secularización era consecuencia de las reformas conciliares.
La elección de Juan Pablo II en 1979 responde a ese diagnóstico, y trajo consigo un viraje, y en eso estamos todavía: están enterrando el espíritu renovador del Concilio, apelando a la letra del Concilio. La lectura que hacen del Concilio, como toda lectura, es muy selectiva e interesada. Pero los resultados en Europa están siendo catastróficos, y creo que pronto lo serán también en otros continentes. Ya lo están siendo en América Latina, donde se extiende sobre todo el pentecostalismo emocional y neoconservador.
¿Qué quiere decir, en concreto, cuando aboga por “una espiritualidad más allá de la religión”?
La religión, en cuanto sistema de creencias, normas y ritos, es la forma que adopta la espiritualidad en una determinada cultura. Las formas pueden ser más o menos necesarias, y en general algún tipo de institucionalización es necesaria para una comunidad de creyentes, pero la forma institucional nunca es lo fundamental de ninguna religión entendida como espiritualidad, como experiencia religiosa personal o colectiva.
La religión en cuanto forma no es lo fundamental. Lo fundamental es la espiritualidad, que viene de “espíritu” y es respiro, inspiración, esperanza activa. La espiritualidad es espíritu y vida, es veneración, respeto, compasión solidaria, más allá de todas las formas religiosas, más allá de las creencias, de los ritos y de la moral. La institución religiosa puede sostener y fomentar la espiritualidad, debe hacerlo, pero a menudo resulta que ahoga la espiritualidad, impide respirar.

¿Cómo explicar a tantos creyentes atormentados por la moral tradicional católica una nueva espiritualidad de la carne y de los sentidos?
Es una de las manifestaciones de la transformación cultural que se está dando. El discurso de la jerarquía sigue aferrado al dualismo enemigo del cuerpo, sobre todo de la sexualidad, que ya está presente en San Pablo y que se impuso definitivamente en la gran Iglesia con San Agustín, y que no tiene raíces propiamente en la Biblia ni en Jesús, sino en el platonismo y en el maniqueísmo.
Es preciso revisar a fondo toda esa antropología y cosmología. No estaría mal que leyéramos un poco más el Cantar de los Cantares. Y que se enseñara que el cuerpo, el placer sexual y la relación sexual en cualquiera de sus formas, siempre que sea para bien de uno mismo y de los demás, es sacramento de Dios. Todo lo que tiene que ver con la sexualidad y el sexo es muy delicado, y hay que fomentar esa delicadeza, porque es muy fácil hacerse daño a sí mismo o al otro. Pero no se puede decir: “Te hace daño porque está prohibido”, sino: “Solo está prohibido lo que hace daño”. Todo disfrute y placer, comer, pasear, tomar el sol, bañarse, la caricia, el placer sexual…, en la medida en que es delicado y bueno, es sacramento de Dios, aunque lo prohíba la moral vigente. Creo que es el espíritu del Evangelio de Jesús.
¿Es hora de que los cristianos “conciliares” volvamos a ocupar los espacios que hemos abandonado en la Iglesia institucional?
Sería deseable, en la medida de lo posible. Debemos reivindicar que “somos Iglesia” a todos los efectos. Por ejemplo, ¿por qué vamos a depender de que haya sacerdotes ordenados para celebrar juntos la memoria de Jesús, dejarnos consolar e iluminar por el evangelio, compartir pan y vino, fortalecernos para la acción? A Jesús no se le ocurrió nunca que hicieran falta sacerdotes ordenados y varones para celebrar su memoria. Pues lo mismo con otros muchos ámbitos de la Iglesia.
¿Por qué hay tanto odio entre los católicos más ortodoxos, que destilan en los comentarios en la Web?
No es fácil entenderlo, o tal vez es fácil entenderlo: los más ortodoxos suelen ser a menudo demasiado estrechos, y la estrechez nos crispa con nosotros mismos y con los demás. Los comentarios e insultos llenos de resquemor y agresividad que algunos vierten a menudo, por ejemplo en Religión Digital, son pura negación de la fe que dicen defender. Supongo que si algún alejado de la Iglesia o del cristianismo los lee, debe de decirse: “¡Qué horror de religión!” y alejarse más todavía, espantado.

¿Hay un cisma silencioso entre la jerarquía y las bases de la Iglesia?
El cisma es evidente. Pero la mayoría de los cristianos ya son lo suficientemente adultos en su mentalidad y en su fe, como para vivir en libertad y paz, a pesar de no acatar las directrices dogmáticas o morales de la jerarquía. Pienso, por ejemplo, en tantas y tantos que viven su fe sin aferrarse a determinadas creencias tradicionales que muchos obispos abusivamente llaman “fe de la Iglesia”. No es fe de la Iglesia, sino creencias de una determinada parte de la Iglesia. O pienso en quienes viven su sexualidad fuera de las normas canónicas: quienes utilizan anticonceptivos, los gays y lesbianas, los divorciados o separados que viven con otra pareja… Si se quieren y se ayudan, son sacramento de Dios. Dios los bendice, aunque la jerarquía los condene.
Dice usted: “La Iglesia de Jesús, en contra de Jesús, ha humillado a la mujer”. ¿Para cuándo la reparación?
Ya es muy tarde, tal vez demasiado tarde. Las mujeres, como antes los jóvenes, como antes los intelectuales, como antes los trabajadores, están abandonando esta institución eclesial católica, porque no encuentran en ella su lugar de dignidad. Pero conste: no pienso que su lugar de dignidad sea ser sacerdotes de acuerdo al modelo clerical de hoy. La inmensa mayoría de las mujeres católicas de hoy, al igual que la inmensa mayoría de los hombres creyentes, aspiran a otro modelo de Iglesia con otro modelo ministerial muy distinto, más parecido al movimiento de Jesús, un modelo democrático, comunitario, más allá de la distinción clérigo-laico, ministerios ordenados-no ordenados… Que las mujeres sean sacerdotes y obispos según el modelo actual no cambiaría gran cosa, aunque tal vez pudiera ser un paso intermedio para una reforma mucho más profunda.

¿Sigue siendo usted un fraile sin convento? ¿Y un cristiano sin Iglesia?
¡Qué va! Sigo siendo franciscano fuera del marco institucional, pero me siento acogido y querido por los franciscanos tanto o más que antes, y sus conventos son mi casa. En la fraternidad de Bilbao ceno y duermo tres días por semana, cuando estoy en Deusto. Y en Arantzazu tengo mi habitación de antes, y voy cuando quiero. En cuanto a la Iglesia, en ella hay muchas moradas, como diría Jesús, y si te echan de una puedes ir a otra, y allí te encuentras con muchas hermanas y hermanos, y todos formamos una Iglesia sin fronteras, aunque algunos quieran cerrar puertas y ventanas y poner límites claros entre dentro y fuera, y aunque a veces haya conflictos. Son inevitables. No puede haber comunión eclesial sin espacio para la diferencia y el disenso. Imagino que la página de monseñor Munilla está pasada. Pero, ¿le sigue doliendo la situación de la diócesis de San Sebastián? Mentiría si dijera que todos mis sentimientos son puros, evangélicos.
No lo son, y lo siento y pido perdón. Pero mi problema nunca ha sido y menos lo es ahora con la persona de monseñor Munilla, sino con el sistema que él representa y quiere imponer como único: una doctrina, una autoridad, una política, una moral, una Iglesia… la suya. Muy distinta, por cierto, de la Iglesia que vive y quiere la inmensa mayoría de la diócesis. Creo que el mayor atentado contra la comunión eclesial viene hoy de la jerarquía, y nuestra diócesis de San Sebastián es un buen ejemplo, un ejemplo doloroso. No hay más que ver lo que ha pasado con el caso Pagola, el Seminario, el Proyecto Pastoral.
¿José Antonio Pagola es un “hereje”, como dicen los sectores ultracatólicos?
La peor de todas las herejías me parece el sectarismo de algunos de esos “ultracatólicos”. Es negación radical de la catolicidad, que significa no solo pluralidad, sino universalidad. Pero bueno, vayamos al concepto formal de “herejía”: “doctrina contraria al dogma”. No conozco ningún ultracatólico que haya demostrado en qué punto Pagola enseña algo contrario al dogma, entre otras cosas, porque Pagola es listo y ha eludido cuidadosamente toda cuestión dogmática.
De todos modos, ni Jesús ni San Pedro ni San Pablo conocieron ningún dogma cristológico. Los dogmas son fórmulas históricas. Y no concibo que se pueda anunciar hoy el Evangelio de Jesús a la inmensa mayoría de los hombres y mujeres de hoy sin revisar -con libertad, con riesgos, y a fondo- todos, todos los dogmas cristológicos, que son de otros tiempos muy distintos. El evangelio no se juega en esas fórmulas y en sus interpretaciones.
Ha vivido usted en su propia familia la herida de ETA. ¿Cómo se siente, tras el anuncio de que los terroristas dejan las armas?
Me siento inmensamente aliviado, como casi todos los vascos y vascas. ¡Lo hemos esperado tantos años, demasiados! ¡Se ha sufrido tanto por todos los lados! En cuanto a mi familia, sí, ha sufrido también directamente la violencia de ETA: un cuñado mío, marido de una hermana mía, es guardia civil, y la casa donde vivían fue seriamente dañada por una bomba en junio del 1991, y antes y después han vivido de miedo, y toda la familia con ellos. Y amigos de la familia han sido asesinados por ETA. Pero también hay miembros de la familia que han sufrido injustamente cárcel y tortura.
De todos modos, cada víctima es única, tiene su padre, su madre, su marido, su mujer… Se pueden contar las víctimas, “tantos de este lado, tantos del otro”, y tal vez habrá que hacerlo. Pero lo importante es que no haya más víctimas, y tratar de curar y cuidar en lo posible a todas las que ha habido, a cada una en particular, más allá de bandos. Aprovecho la ocasión que me ofrece para referirme a algunos comentarios sobre mí que aparecen reiteradamente en Religión Digital. Por ejemplo: que nunca he defendido a las víctimas de ETA. Es absolutamente falso.
O que enviaba “todos mis escritos” al “diario proetarra GARA”. También es enteramente falso. Nunca lo hice, salvo dos artículos que envié a todos los periódicos del País Vasco y que publicaron casi todos ellos: cuando me rebelé contra la prohibición de predicar, enseñar y escribir por parte de Mons. Munilla en junio del 2010 y cuando decidí dejar la Orden en agosto del mismo año. Si GARA publicó otros artículos míos -no lo sé; otros periódicos sí lo han hecho-, será porque los tomó de Internet
¿Ha llegado la hora de que ETA pida perdón a las víctimas?
La cuestión del perdón es demasiado personal e importante para que se la utilice con intereses torcidos. Creo que nadie que haya hecho daño curará su memoria y se reconciliará consigo mismo mientras no reconozca el daño y de alguna forma diga: “Lo siento. ¡Perdón!”. Y nadie que haya sufrido el daño, sea quien fuere, curará sus heridas mientras no perdone sinceramente, es decir, supere el odio y la venganza, y vuelva a confiar en cuanto pueda en el que le hizo daño. Todo eso requiere tiempo. Y el perdón ni se puede imponer ni exigir. Los políticos debieran estar a la altura y tener la grandeza para facilitar, en vez de obstaculizar, este proceso de curación de todos los que han hecho daño y de todos los que lo han sufrido.


lunes, 28 de noviembre de 2011

Entrevista a Mons. Joseph W. Tobin, CSsR

La gran perversión


Leonardo Boff, teólogo

Para resolver la crisis económico-financiera de Grecia y de Italia se han formado, por exigencia del Banco Central europeo, gobiernos solo de técnicos sin participación de ningún político. Se partía de la ilusión de que se trata de un problema económico que debe resolverse económicamente. Quien solo entiende de economía, acaba no entendiendo ni siquiera la economía. La crisis no es de economía mal manejada, sino de ética y de humanidad.
Ambas muy relacionadas con la política. Por eso la primera lección de un marxismo básico es entender que la economía no es parte de la matemática y de la estadística sino un capítulo de la política. Gran parte de la obra de Marx está dedicada a desmontar la economía política del capital. Cuando en Inglaterra ocurrió una crisis semejante a la actual y se creó un gobierno de técnicos, Marx hizo duras críticas mofándose con ironía, pues preveía un fracaso total, como efectivamente ocurrió. No se puede usar el veneno que creó la crisis como remedio para curarla.
Para dirigir los respectivos gobiernos de Grecia y de Italia han llamado a gente que pertenece a los altos niveles bancarios. Los bancos y las bolsas han sido los que han provocado la presente crisis que casi hundió todo el sistema económico. Estos señores son como talibanes fundamentalistas: creen de buena fe en los dogmas del mercado libre y en el juego de las bolsas. ¿En que lugar del universo se proclama el ideal de greed is good, la codicia es buena? ¿Cómo hacer de un vicio (y, digámoslo también, de un pecado) una virtud?
Están sentados en Wall Street de Nueva York y en la City de Londres. No son raposas que guardan las gallinas, sino que las devoran. Con sus manipulaciones transfirieron grandes fortunas a unas pocas manos y cuando estalló la crisis fueron auxiliados con miles de millones de dólares sacados de los trabajadores y de los jubilados. Barack Obama se mostró débil, inclinándose más por ellos que por la sociedad civil. Con los dineros recibidos continuaron la farra, ya que la prometida regulación de los mercados financieros quedó en letra muerta. Millones de personas están en el paro y la precarización, especialmente los jóvenes, que están llenado las plazas, indignados, contra la codicia, la desigualdad social y la crueldad del capital.
¿Es que gente que tiene la cabeza formada por el catecismo del pensamiento único neoliberal va a sacar a Grecia y a Italia del atolladero? Lo que está ocurriendo es el sacrifico de toda una sociedad en el altar de los bancos y del sistema financiero.
Ya que la mayoría de los stablishment no piensan (no lo necesitan) vamos a intentar entender la crisis a la luz de dos pensadores que en el mismo año de 1944, en Estados Unidos, nos dieron una clave iluminadora. El primero fue el filósofo y economista húngaro-canadiense Karl Polanyi con su clásica obra La Gran Transformación. ¿En qué consiste? Consiste en la dictadura de la economía. Después de la Segunda Guerra Mundial que ayudó a superar la Gran Depresión de 1929, el capitalismo dio un golpe maestro: anuló la política, mandó al exilio la ética e impuso la dictadura de la economía.
A partir de entonces no ha habido como siempre antes una sociedad con mercado, sino una sociedad de mercado. Lo económico estructura todo y hace de todo una mercancía regida por una cruel competencia y una ganancia descarada. Esta transformación desgarró los lazos sociales y profundizó el foso entre ricos y pobres dentro de cada país y a nivel internacional.
El otro es un filósofo de la escuela de Frankfurt, exiliado en Estados Unidos, Max Horkheimer, que escribió El eclipse de la razón (1947). Ahí se dan las razones para La Gran Transformación de Polanyi, que consisten fundamentalmente en esto: la razón ya no se orienta por la búsqueda de la verdad y por el sentido de las cosas, sino que es secuestrada por el proceso productivo y rebajada a mera función instrumental, «transformada en un simple mecanismo tedioso de registrar hechos». Lamenta que «justicia, igualdad, felicidad, tolerancia, juzgadas inherentes a la razón durante siglos, han perdido sus raíces intelectuales».
Cuando la sociedad eclipsa a la razón, se vuelve ciega, pierde el sentido del estar juntos y se ve atascada en el pantano de los intereses individuales o corporativos. Es lo que hemos visto en la crisis actual. Los premios Nobel de economía más humanistas, Paul Krugman y Joseph Stiglitz, han escrito reiteradamente que los players de Wall Street deberían estar en la cárcel por ladrones y bandidos.
Ahora, en Grecia y en Italia la Gran Transformación ha adquirido otro nombre: se llama la Gran Perversión.

domingo, 27 de noviembre de 2011

Rouco deja a Camino en evidencia



Jesús Bastante, 26 de noviembre de 2011

  
El portavoz episcopal aseguró que los

 obispos jamás le dirían al Gobierno qué  hacer 

Ahora reclama una alternativa obligatoria a la Religión




...y pocas horas después de que el portavoz episcopal, Juan Antonio Martínez Camino, asegurara por activa y por pasiva que la Conferencia Episcopal jamás diría al Gobierno qué políticas debe tomar y cuáles no, saltó la liebre. "La Conferencia Episcopal nunca dice a ningún gobernante qué es lo que tiene que hacer", proclamó Martínez Camino que, por supuesto, no decía la verdad.
En esa misma sala, un año antes, había pedido la inmediata derogación de la ampliación de la ley del Aborto, y con anterioridad se había animado a los fieles a no obedecer determinadas leyes, o incluso amenazar con excomunión a aquellos políticos que votaran a favor de normas contrarias a la doctrina de la Iglesia.
Saltó la liebre, decía. Esa misma tarde, el presidente de la Conferencia Episcopal, Antonio María Rouco Varela, "sugería" al nuevo Gobierno que modificara de inmediato la Ley Educativa para regresar al modelo según el cual la clase de Religión debía tener una alternativa obligatoria. Es preciso en este momento histórico, proclamó Rouco Varela.
Los obispos no le dicen al PP qué directivas tiene que tomar, ni qué políticas llevar a cabo. Ni los burros vuelan, claro.

Beso del Papa con el gran imán de Egipto: Ojalá fuese verdad


Jaume Flaquer

Benetton ha vuelto a escandalizar con su nueva campaña publicitaria, que incluye también el de Mahmud Abbas y Benjamin Netanyahu, o el de Barak Obama con el líder chino Hu Jintao. Publicitariamente ha sido un éxito porque todos los medios de comunicación se han hecho eco. Yo rechazo rotundamente la publicidad que busca el escándalo para evitar quedar disuelta entre los miles de anuncios que nos bombardean cada día. Recuerdo que encontré de muy mal gusto el beso de hace años entre un sacerdote y una monja en otra campaña publicitaria de Benetton.
Y sin embargo, ante el beso de Benedicto XVI con Ahmed Mohamed el-Tayeb, imán de la mezquita de Al-Azhar en El Cairo, mi primera reacción fue pensar: ¡ojalá fuese verdad! El escándalo publicitario es doble: En primer lugar por ver al principal líder cristiano “enamorado” del principal líder musulmán, y en segundo lugar porque el beso es homosexual, algo rechazado como inmoral e incluso enfermizo por parte de algunos documentos vaticanos y condenado a muerte o a prisión en muchos países islámicos.
¡Ojalá, pues, fuese verdad! Dudo mucho que Benetton siga de cerca las relaciones entre estos dos grandes dignatarios religiosos. Pero lo cierto es que Mohammed el-Tayeb fue invitado repetidamente por el Cardenal Tauran (Presidente del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso) a participar en el reciente encuentro por la paz en Asís, pero el imán la rechazó. En un reciente encuentro con el cardenal, nos confesó a un grupo de jesuitas, que el Gran Imán de Egipto rompió el diálogo con el Vaticano cuando éste condenó los ataques a una iglesia copta poco antes de la caída de Mubarak. El régimen se tambaleaba y esperaba apoyos desesperadamente. Mientras Mubarak buscaba ayuda en EEUU y Europa, el líder islámico lo buscaba en el Vaticano.
La condena de los atentados fue recibido como una traición al diálogo establecido desde la famosa carta “Una Palabra común” de 138 líderes islámicos dirigida al Papa. Es cierto que mientras la política exterior buscaba ayuda, la interior encendía la llama de la violencia interreligiosa para poder legitimar la presencia del ejército en las calles. Pero como la iglesia que sufrió los atentados no era católica sino ortodoxa, y el Patriarca Copto Ortodoxo (llamado también al-Bâba) nunca solicitó el apoyo del Papa, la intervención del Vaticano fue interpretada como una injerencia en los asuntos internos del país.
A raíz de aquél incidente, el diálogo entre la gran Mezquita de al-Azhar y el Vaticano sigue en punto muerto.
¡Ojalá, pues, se dieran un beso!

Los obispos eluden pedir al PP que derogue las leyes del aborto y el matrimonio homosexual


RELIGION DIGITAL

Camino: "La CEE nunca dice a ningún gobernante qué es lo que tiene que hacer"

"No se va a dar ninguna directiva al Gobierno, porque no se le ha dado nunca a nadie"

Jesús Bastante, 25 de noviembre de 2011 

(Jesús Bastante).- La consigna parece clara:perfil bajo y ninguna tensión abierta con el futuro gobierno del Partido Popular. Reuniones discretas pero, en público, ni el más mínimo asomo de querer intervenir en las políticas de Mariano Rajoy. "No se va a dar ninguna directiva al Gobierno, porque no se le ha dado nunca a nadie", proclamó este mediodía, sin mover una pestaña, el portavoz episcopal, Juan Antonio Martínez Camino, en la enésima ocasión en que un periodista le preguntó si ahora, como habían hecho cuando se aprobó, iban a pedir al nuevo Ejecutivo que derogara las leyes del Aborto y del Matrimonio Homosexual. "La CEE nunca le dice a ningún gobernante qué es lo que tiene que hacer", añadió.

Camino probablemente olvidaba, o tal vez no, la participación de obispos en las manifestaciones contra el matrimonio gay o la reforma educativa, sus propias declaraciones en la Casa de la Iglesia llamando a la insurrección ante leyes injustas que no debían ser obedecidas o la petición expresa, formulada desde el mismo asiento en el que hoy lo negaba, de reclamar la derogación de la ampliación de la Ley del Aborto.

"La CEE nunca dice a ningún gobernante qué es lo que tiene que hacer. No lo ha dicho a gobiernos anteriores y tampoco se lo dirá a este. Sería la primera vez", recalcó el obispo auxiliar de Madrid. Sí reconoció, no obstante, que "sí se dice cuál es la postura de la Iglesia, y se dice que hay leyes en España que son gravemente injustas. Los gobernantes sabrán qué tienen que hacer si quieren leyes justas, si quieren que la crisis económica y social y moral tenga una salida duradera. Pero dar recetas o decir lo que hay que hacer en cada momento...".
"Somos muy respetuosos con todos los gobernantes", proclamó el portavoz, quien insistió en que "la Conferencia Episcopal nunca ha animado a ir a una manifestación, ni ha convocado ninguna manifestación, ni ha dicho a nadie si tiene o no que ir. Entonces, fueron un grupo de obispos porque se trataba de una ley absolutamente inaudita en la historia de la civilización occidental, que borra del ordenamiento jurídico los términos esposo y esposa. Se quitaba ese derecho a todos los españoles". También reconoció Camino que "una ley que permite que se quite la vida a alguien, o lo reconoce como un derecho, es una ley gravísimamente injusta que no tiene carácter de ley. Y eso se ha dicho siempre, pero eso no es decirle a un gobierno que tiene que hacer una ley así".
¿Se va a pedir entonces al gobierno entrante que derogue estas leyes injustas y que no tienen carácter de ley, que no deben ser obedecidas? "Es pública y notoria la opinión de la Iglesia en esas materias, no hace falta decírsela a nadie. A veces sucede que estos temas, que son importantísimos, parece que la Iglesia sólo se ocupara de ellos", fue la respuesta final.Respecto a una hipotética y próxima reunión con el nuevo equipo de Rajoy, Martínez Camino señaló que "encuentros los ha habido con todos los gobiernos, porque hay asuntos de interés común en el que Estado e Iglesia, con su competencia específica, quieren servir armónicamente a los ciudadanos y a los fieles".
Preguntado sobre el profesor de Cartagena cuyo caso se encuentra en Estrasburgo, Camino indicó que "es lo normal, porque un profesor que no cree en la doctrina católica, ¿cómo la va a enseñar? Los padres tienen derecho a que si eligen moral católica para sus hijos, que quien imparta eso esté cualificado para ello. Y eso es lo que las leyes españolas, en términos generales, protegen bien". La CEE participó con un escrito de cinco folios, y sus abogados colaboraron con el abogado del Estado, y ahora "esperamos la sentencia". Aunque se trata de un fallo que no es "jurídicamente vinculante".
Por otra parte, la Conferencia Episcopal aprobó un documento de acción de gracias por la JMJ. En el mensaje, los obispos agradecen a todas las instituciones, trabajadores y voluntarios su ímprobo trabajo para que la JMJ fuera un éxito. "La JMJ nos dice que la Iglesia es joven" señala el texto, que no obstante reconoce que "no pocos se han apartado de la fe de sus padres. Es mucho lo que queda por hacer. Urge la nueva evangelización, pero la Iglesia está viva y es joven".
Tras el comienzo esperanzado, la crítica a una sociedad "del humanismo inmanentista y de la cultura de la muerte". La fe para los jóvenes es posible pero, cuidado, "no es fácil, porque hay mucho ruido ambiental producido por potentes altavoces que siguen propalando la falacia de la supuesta libertad sin límites: sin Dios, sin Iglesia, sin padres, sin hermanos, sin patria, sin responsabilidad". Una transmisión de Evangelio que, en opinión de los obispos, "sólo es posible cuando no se les escamotea el Evangelio en toda su fuerza y su belleza", sin "sucumbir a las falsas promesas del mundo".
"Es necesaria una nueva evangelización -continúa la nota-, porque dramáticamente nueva es también la llamada cultura secularista, ese modo de vida público sin Dios, difundido en occidente, y también ya en otras partes del mundo". Frente a estos peligros, "la Iglesia ha de renovar su ardor, su coraje y su clarividencia". Como recalcó después, Martínez Camino, "hay que fomentar el asociacionismo juvenil", y prever que "la pastoral juvenil tenga un sentido vocacional".
En otro orden de cosas, Martínez Camino informó que los presupuestos del Fondo Común Interdiocesano han sido aprobados. A día de hoy, no se han publicado los datos del IRPF del 2010, por lo que los obispos han decidido congelar su presupuesto, que ahora gira en torno a los 250 millones de euros, y que cuando haya datos se corregirá al alza o a la baja. Lo que sí aumenta es la donación a Cáritas, que este año subirá a los cinco millones de euros (un 2,17% del "presupuesto" de la Casa de la Iglesia).
También informó el portavoz de los preparativos para el 500 aniversario del nacimiento de Santa Teresa de Jesús, que tendrá lugar en 2015 y para el que se está estudiando la conveniencia de solicitar la convocatoria de un Año jubilar teresiano


Camino: "La CEE nunca dic