
De esta recién herida lancinante
fresca y roja sangre se derrama,
ejemplar castigo de un sedicioso
que pretendió ser rey de los judíos.
No tolera el Imperio veleidades
de ningún rebelde pretencioso;
tampoco la casta sacerdotal
que nadie la ponga en entredicho.
Aquí el agua no se convierte en vino
ni la sangre en dulce ambrosía.
El martirio es descomunal fracaso
por mucha teología que se escriba.
Si en algo aprecias al nazoreo,
no mires este astillado leño;
no anida en él salvación alguna.
Si quieres de este asunto sacar
lección para tu vida preciosa,
mira el camino que acabó en la Cruz.
(Pedro Miguel Ansó Esarte, Puñetazo en la crisma, Uno editorial, 2025)
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