Pues eso que decía Goebbels, que una mentira repetida suficientes veces se convierte en verdad, es una idea asumida con gran entusiasmo por la derecha española que la usa repetidamente. Bueno, eso de que se convierte en verdad no es cierto, sigue siendo mentira, pero mucha gente llega a aceptarla como una verdad. Es lo que pasa por ejemplo con la afirmación “Gobierno ilegítimo” referida al gobierno de Pedro Sánchez. Es una mentira evidente. Está clarísimo que se trata de un gobierno plenamente legítimo, salido de unas elecciones totalmente democráticas. Pero la derecha no se cansa de repetirla en todos los tonos: “Gobierno ilegítimo” “Gobierno ilegítimo”. Y acaba quedando en el ambiente como algo real, cierto.
Y sobre el presidente del gobierno, llamarle simplemente traidor es poco. Según VOX Pedro Sánchez es un “traidor de manual”, vamos un ejemplo para todos los traidores. Lo que no dicen es a quién ha traicionado y en qué le ha traicionado. Para Aznar “Sánchez es un peligro para la democracia y va a liquidar la Constitución”. ¿En qué se funda Aznar para hacer esas acusaciones?
Tampoco los jueces conservadores se quedan atrás “Es el principio del fin de la democracia” “La abolición del Estado de derecho” ¿Hay menos democracia que cuando Gobernaba Rajoy? ¿Hay más democracia en las comunidades autónomas gobernadas por PP y VOX? Parece que eso de “Jura decir la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad”, estos jueces no se lo aplican.
Claro que para esta política de mentiras lanzada por la derecha no hacía falta aprender de Goebbels, un personaje extranjero y ya poco conocido. La postura de los portavoces de la derecha española frente al actual gobierno progresista podía inspirase en un clásico dicho muy español: “Calumnia, calumnia que algo queda”.
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