Una turba armada con pistolas, rifles, cuchillos, cocteles explosivos, palos… asaltó las localidades de Huwara, Zatara y Burín en el norte de Cisjordania, incendiaron viviendas, coches, tiendas, dispararon contra las ventanas y las azoteas y contra la gente que huía despavorida por las calles; el Ejército israelí estaba cerca, a pocos metros, pero permaneció impasible, la orden debía ser «dejar hacer», en los territorios palestinos ocupados, los colonos siempre tienen vía libre para incendiar, disparar, arrancar olivos o simplemente circular por las autopistas «solo para colonos» por las que la población palestina no puede pasar. VER NOTICIA
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