"Hay una pobreza que humilla y mata". La Conferencia Episcopal y Cáritas Española han lanzado un mensaje con motivo de la Jornada Mundial de los Pobres, que este año se celebra bajo el lema 'Jesucristo se hizo pobre por vosotros'. En su mensaje, la Iglesia de nuestro país hace suyo el "llamamiento a la solidaridad en medio de un mundo herido por la violencia y la guerra", lanzado por el Papa Francisco, al tiempo que recuerda que "la caridad no es una obligación, sino un signo del amor".
Esta jornada, que instituyó Francisco en noviembre de 2016, en el cierre del Año de la Misericordia, pretende invitar a "compartir lo poco que tenemos con quienes no tienen nada, para que ninguno sufra", una realidad más presente que nunca en un mundo marcado por la guerra y las migraciones.
"Como miembros de la sociedad civil, mantengamos vivo el llamado a los valores de libertad, responsabilidad, fraternidad y solidaridad", resalta el mensaje de los obispos y Cáritas. Citando al Papa, destaca que "la generosidad hacia los pobres encuentra su motivación más fuerte en la elección del Hijo de Dios que quiso hacerse pobre Él mismo".
"El mensaje de Jesús nos muestra el camino y nos hace descubrir que hay una pobreza que humilla y mata, y hay otra pobreza, la suya, que nos libera y nos hace felices", recalca el mensaje, que invita a "hacer un esfuerzo para que a nadie le falte lo necesario". Siempre tomando como base las palabras del Papa, el mensaje de la Iglesia española subraya que "no es el activismo lo que salva, sino la atención sincera y generosa que permite acercarse a un pobre como a un hermano que tiende la mano para que yo me despierte del letargo en el que he caído".
"Cómo hacernos pobres como comunidad"
¿Cómo hacerlo en España? La jornada de este domingo propone, como gesto, “concretar en un manifiesto o credo cómo podemos hacernos pobres en comunidad para llevar vida en abundancia a otros”. Todo ello con una serie de acciones. ¿Cuáles? Estas:
-dar una respuesta personal y comunitaria, pues «mientras más crece el sentido de comunidad y de comunión como estilo de vida, mayormente se desarrolla la solidaridad»
-ser comunidad de vida y de bienes, en la que «el amor recíproco nos hace llevar las cargas los unos de los otros para que nadie quede abandonado o excluido», compartiendo lo que tenemos con los que no tienen nada, pero acogiendo, al mismo tiempo, lo que nos puedan aportar: su trabajo, su pensamiento, su forma de hacer y de entender la vida.
-ser comunidad de acción porque “la preocupación por los pobres y por la justicia social» es “un compromiso que nos afecta a todos” y, por tanto, “nadie puede sentirse exceptuado”.
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