Redes Cristianas
Olga: Muy sencillo, vos, preguntás, cuando vas a alguna fiesta, y ¿cuánto se irá a demorar, la fiesta, o el almuerzo, o algo a quien te haya invitado?
Enco: No.
O: Exactamente. Igual que en las fiesta o invitaciones que nos hacen, en la Liturgia de la Eucaristía, esa pregunta tampoco la deberíamos hacer. Porque la liturgia, como tal, ha de ser una expresión, libre, original y espontánea de nuestra relación con Dios.
Nubia: Es verdad, ahora entiendo, con razón los jóvenes y adultos mayores se aburren o se duermen en esas eucaristías, que son iguales la una a la otra, no se tiene en cuenta a la comunidad y menos se les invita a participar.
Shirley: Me hacen recordar, aquel chiste del borracho, que va entrando por la nave central y va diciendo: “lo mismo del año pasado”.
Risas.
Miriam: Tengo una propuesta. Vamos a celebrar hoy, la Eucaristía, agradeciendo a Dios, la recuperación de la salud de Mafer, el cumpleaños de Enco, Josefina y los aniversarios tanto de Mayito (hija de Enco) y la señora Ernestina.
O: ¿Cómo iniciamos?
Nora: Pues, siempre se empieza, con el “Yo, pecador” suscitando purificación, limpieza, será que podemos empezar por hacer el rito de la limpieza, lavándonos las manos, ¿así cómo lo venimos haciendo ahora por la pandemia?
Nubia: Buena idea, me gusta. Empecemos ya.
Mayito: ¿Eso sí se puede? Porque no miramos que dice el libro de la Misa, es que después cuando se sepa afuera, nos pueden decir que hicimos brujería, que somos herejes y hasta nos pueden excomulgar.
Josefina: Haber, Mayito, el sistema patriarcal=jerarquía, dirá que nuestras liturgias, no son liturgias, sino celebraciones. Tenemos el ejemplo de varias mujeres, que vivieron intensamente su misión como lideresas en el pueblo de Israel, tenemos a Miriam, la hermana de Moisés y Araón, danzaba, cantaba y tocaba el tambor, dando alabanza a Yahvé. Ella, no tenía libro, ni normas que le indicaran cómo tenía que honrar y bendecir a Dios, lo alabó y honró, con sus gestos y palabras que le fueron brotando de su ser como mujer.
Como mujeres que somos, nuestro realizar, sentir y vivir la Liturgia, es muy diferente al de los varones, por eso el ministerio al presbiterado en las mujeres es diferente, por eso no pueden decir, que la mujer está en competencia con el varón, que está buscando el poder. Por respeto a la Comunidad, y previa consulta con la Comunidad se usa o no se usan los ornamentos. Tenemos que aprender asumir y vivir con profunda intensidad nuestro Bautismo; mujer y hombres somos: sacerdotes, profetas y rey@s. No se nos olvide, somos “imagen y semejanza de Dios”. Semejanza, no es que somos iguales, sino representantes de Dios.
Tere: Gracias, Josefina por tu aporte. Hay que dar paso a nuestra Liturgia celebrativa, dando gracias a Dios de una manera rica, libre, sin normas, sin libros y tanta arandela.
Shirley: ¿Entonces, no vamos a hacer las primeras lecturas?
Mafer: Si, claro, la primera lectura, ya la comenzamos hacer rato, nos estamos poniendo al día en nuestra Comunidad, como lo hicieron los primeros cristinos@s. Agradecer la vida de la Señora Ernestina, y la de Mayito, personas que siguen vivendo en medio de nosotras, su recuerdo es latente, por todas aquellas cosas que nos dejaron, su testimonio, como madre, abuela, hija y compañeras de luchas, haciendo que este mundo sea cada vez más humano y solidario.
Enco: Mafer, comentar y agradecer a Dios tu proceso en la salud, que vivimos tan intensamente, sentirnos escuchadas por Dios, y sentirte hoy de nuevo con nosotras, ¡esto es celebrar la Vida! Con gozo y alegría. También quiero aprovecha de agradecer la solidaridad y apoyo que, a raíz del incendio de mi casa, he tenido de muchas manos y amistades que se hicieron presentes y hoy puedo mostrar mi casa reconstruida…esto me emociona y me faltan palabras…
Nora: Gracias, Mafer y Enco, me siento que esto si es celebrar partir y compartir lo que es la vida. No se nos olvide el cumpleaños de Josefina, es también dar gracias por su vida y todo lo que nos ha enseñado y sigue enseñando a través de nuestra comunidad. Y la 3ª. Lectura, ¿cuál sería?
O: Se me ocurre, algo. Lo que estamos haciendo, es recoger, a grandes rasgos, lo que hemos vivido últimamente en nuestro grupo, si algo se nos escapa, no vacilemos en compartirlo, esto es ir haciendo comunidad.
Sabemos que el Santo Padre nos ha enviado una Carta Abierta, llamada Encíclica Fratelli Tutti, cómo pueblo de Dios, mujeres al servicio de la Iglesia, bien vale la pena que la conozcamos y vayamos comentando, poco a poco, ¿qué tal les parece?
Les sugiero al menos que leamos estos pensamientos que Francisco nos deja, en su carta sobre la Fraternidad Universal:
“La Iglesia es una casa con las puertas abiertas, porque es madre».
Y como María, la Madre de Jesús, «queremos ser una Iglesia que sirve, que sale de casa, que sale de sus templos, que sale de sus sacristías, para acompañar la vida, sostener la esperanza, ser signo de unidad […] para tender puentes, romper muros, sembrar reconciliación». (276)
Mayito: ¿De acuerdo y del Evangelio?
Mafer: Buena pregunta Mayito. Se me ocurre que, si hemos estado hablando de la VIDA, pues nada más y nada menos, que leamos todas Juan 10:10 ss.
Nubia: Me encanta, y hagámoslo, que no sea un sermón, hagamos de todo este Evangelio un compromiso de vida y dialogo entre todas, no hagamos de la lectura del Evangelio un largo monologo.
Miriam: ¿Y qué vamos a ofrecer?
Todas: ¿¿¿???
Josefina: Buena pregunta. Pues no vamos a buscar en la vecindad, a ver que hay por ahí, para ofrendar, como los hizo Abraham con su hijo Isaac, o un animalito por ahí –un cordero-. Si queremos ofrecer algo en nuestra Liturgia, que sea algo nuestro y no solo lo ajeno, o del vecin@, o lo que vendan en la tienda, que tampoco sea algo que nos sobre, o no nos sirva. Debemos venir preparadas a ofrecer aquello que nos cuesta…
¿Dónde y cuándo yo soy pan y soy vino, alimento, nutrición, vida, alegría?
Mis queridas hermanas, si no hay entrega, si no hay compromiso, si no hemos compartido nuestras vidas, no hemos celebrado Eucaristía.
O: Nos quedamos mudas…seguimos reflexionado, orando y preparándonos para que nuestra vida, ¡no sea un rito de rutina, como mujeres queremos celebrar la VIDA!
Amén.
*Presbitera católica romana.
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