FE ADULTA
Los dones que provienen de la justicia son superiores a los que se originan en la caridad (Khalil Gibran).
27 de septiembre. DOMINGO XXVI DEL TIEMPO ORDINARIO
Mt 21, 28-32 Porque vino Juan enseñando el camino de la justicia
La Justicia es uno de esos ideales que desde la Antigua Grecia ha sido estudiado y debatido por cualquier intelectual de prestigio. Definida como “aquel principio moral que inclina a obrar y juzgar respetando la verdad y dando a cada uno lo que le corresponde”, la Justicia un principio ineludible que debería regir nuestras sociedades.
Una sabia ley, que debería regir la conducta de toda la humanidad, si no quiere caer en el desorden, pues como dice Paul Auster: “Si la justicia no existe, ya no será justicia”.
Y Aristóteles, filósofo griego, decía: “Se piensa que lo justo es lo igual, pero no para todos, sino para los iguales. Por el contrario, se piensa que lo justo es desigual, y así es, aunque no para todos, sino para las desigualdades.
Para el Antiguo Testamento, figura como una le fundamental de conducta. Dios hace justicia con los débiles y oprimidos, deseando que se le reconozca como tal.
Dirán: “Solo el Señor tiene la justicia y el poder” (Isaías 5, 24)
(Salmo 51, 6): “Que tus argumentos te hagan justicia y resultes inocente en el juicio”
“Amad la justicia los que regís la Tierra” (Sabiduría 1, 1)
“Y su marido, José, como era justo, y no quería difamarla, quiso dejarla en secreto” (Mateo, 1, 19)
“Amigo, no te hago injusticia. ¿No nos apalabramos, un denario?” (Mateo 20, 13)
Y en Romanos 3, 20 “Por eso nadie será justificado ante Dios por haber cumplido la ley”
Blas Pascal argumentaba que “la justicia sobre la fuerza es la impotencia, y la fuerza sin justicia es tiranía solemne”.
Jesús nos lo mostró de esa manera cuando recorría los caminos de Palestina hasta posiblemente cuando dijo aquello de:
“Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí”.
Juan Bautista vino para predicarnos que existe un largo camino que hemos de recorrer y, si es posible, acompañados.
Un camino muy audaz, cuya oferta no comprada, sería una gran locura, pues es un saldo.
Un poeta libanés lo cantó de este modo ingenioso:
Khalil Gibran dijo: “Los dones que provienen de la justicia son superiores a los que se originan en la caridad”
Un soneto de Lope de Vega titulado “Pedro, a la sangre que por vos vertida”, dice:
Sangre que por vos vertida
mostró para su fe tanta firmeza,
ofrece la católica nobleza
la limpia suya, a vuestros pies rendida.
De las cuatro azucenas guarnecida,
que dejó de Domingo la pureza,
esta Junta os elige por cabeza
puesto que la tenéis tan dividida.
Tended vuestro crucígero labaro,
Capitán general desta milicia,
que contra el fiero apóstata levanta.
La fe de vuestra muerte, ejemplo raro;
pues para el tribunal de su justicia
hizo las gradas vuestra sangre santa
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