La vida espiritual no es una esfera de la vida separada del resto, no consiste en dedicar un rato a la meditación o a la solidaridad, en estudiar tratados teológicos o ensayos sobre la naturaleza de la divinidad, ni en practicar rituales, cultos o religión alguna. Todo lo anterior y muchos otros mecanismos, pueden constituirse como medios para cultivar la espiritualidad y su fin último que es vivir plenamente. (LEER más…)
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