Jordi López Camps
La historia contemporánea de Catalunya se está escribiendo a partir de sentencias. El año 2010 el Tribunal Constitucional tumbó el Estatut refrendado por el pueblo catalán, además de las aprobaciones previas de los parlamentos catalán y español. Luego, el tribunal Constitucional ha ido anulando leyes, total o parcialmente, aprobadas por el Parlament catalán. Finalmente, la sentencia del Tribunal Supremo con la dura condena de líderes sociales y políticos, es un paso más en la judicialización continuada de la política catalana. Esta sentencia banaliza el delito de sedición y, a fin de justificar las duras penas impuestas, erige una jurisprudencia que hipoteca el ejercicio futuro de los derechos fundamentales como el de reunión y manifestación. Otro quiebro en la calidad democrática española. ··· Ver noticia ···
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