Atrio
La luz en la caverna
Un viejo amigo –profesor y filósofo en la reserva activa– me manda un largo escrito, discurriendo sobre el significado de la palabra Dios.
Como respuesta a su escrito, le digo que lo que me inspira su lectura sobre quién es Dios lo resumiría en esta frase: Dios es el sentido oculto de todo lo que existe, que nadie conoce ni se ha descubierto todavía, cuya cara visible es Jesús de Nazaret, “padre del hijo pródigo”, “buen samaritano”, “maestro de bienaventuranzas”: en cuanto que las bienaventuranzas –reflejadas y reificadas en su vida y en su obra– testimonian y enseñan los valores que le dan sentido a la existencia concreta de los seres humanos, que son los únicos seres que pueden preguntarse por Dios. Es decir: sólo los humanos-pensantes podemos preguntarnos por el sentido de lo que tal vez pueda existir en la totalidad misteriosa del universo.
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