P. Marcos Buvinic
En toda vida humana hay situaciones y momentos en que experimentamos el desencanto como un cansancio espiritual, como una fatiga del alma que no quiere saber más de los problemas que ocasionaron ese desencanto. Me parece, por lo que converso y escucho a diversas personas, que algo así parece instalarse en la vida de mucha gente ante tantos problemas de nuestra sociedad que parecen no tener solución, o que no se percibe una voluntad política ni social para enfrentarlos, o que cada día llegan noticias que nos abruman haciendo exclamar “¡lo que nos faltaba!”.··· Ver noticia
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