Víctor Codina
Todavía están vivas en nuestras retinas las dramáticas imágenes del Aquarius con más 600 migrantes de cerca de 20 países africanos -hombres jóvenes, mujeres embarazadas, muchos niños-todos ellos varados en el Mediterráneo en espera de un puerto acogedor. Una verdadera odisea, un éxodo, un calvario.
Y también recordamos la ingenua alegría de estos migrantes africanos al saber que España los recibiría: sonreían y cantaban felices, sin darse cuenta de lo que les esperaba. Tras aplausos, cuidados médicos e investigación policial, se esconde un futuro incierto: ¿estatuto de refugiados?, ¿traslados a Francia?, ¿encerramiento en los inhumanos Centros de internación de extranjeros (CIE)?, ¿repatriacióin a sus países de origen?··· Ver noticia
Y también recordamos la ingenua alegría de estos migrantes africanos al saber que España los recibiría: sonreían y cantaban felices, sin darse cuenta de lo que les esperaba. Tras aplausos, cuidados médicos e investigación policial, se esconde un futuro incierto: ¿estatuto de refugiados?, ¿traslados a Francia?, ¿encerramiento en los inhumanos Centros de internación de extranjeros (CIE)?, ¿repatriacióin a sus países de origen?··· Ver noticia
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