FUNDADOR DE LA FAMILIA SALESIANA

FUNDADOR DE LA FAMILIA SALESIANA
SAN JUAN BOSCO (Pinchar imagen)

COLEGIO SALESIANO - SALESIAR IKASTETXEA

COLEGIO SALESIANO - SALESIAR IKASTETXEA
ESTAMOS EN LARREA,4 - 48901 BARAKALDO

BIENVENIDO AL BLOG DE LOS ANTIGUOS ALUMNOS Y ALUMNAS DE SALESIANOS BARAKALDO

ESTE ES EL BLOG OFICIAL DE LA ASOCIACIÓN DE ANTIGUOS ALUMNOS Y ALUMNAS DEL COLEGIO SAN PAULINO DE NOLA
ESTE BLOG TE INVITA A LEER TEMAS DE ACTUALIDAD Y DE DIFERENTES PUNTOS DE VISTA Y OPINIONES.




ATALAYA

ATALAYA
ATALAYA NOVIEMBRE DE 2024

SESIÓN DEL REPARTO DE PREMIOS

SESIÓN DEL REPARTO DE PREMIOS
PINCHAR LA FOTO PARA IR AL ÁLBUM

martes, 22 de agosto de 2017

TÚ ERES; YO SOY

col Dolores L Guzman

Mt 16, 13-20
Y vosotros, ¿quién decís que soy yo? (v.15). Esta es la cuestión. La gran pregunta de Jesús. Porque de la respuesta que demos pende lo demás: la consideración en la que le tengamos, la resonancia de sus palabras en nosotros, y en definitiva, el replanteamiento (o no) de nuestro modo de vivir.
Los acontecimientos y, sobre todo, la gente que encontramos a lo largo de la existencia son los que van haciéndonos cambiar. Por eso, cuando contamos nuestra historia, casi siempre mencionamos a alguien en particular que nos ha marcado “de por vida”. Uno no es el mismo después de haber conocido a ciertas personas que se convierten en especiales. Nuestra mirada y nuestra memoria vuelven a ellas una y otra vez por su constante inspiración y compañía. Por eso la pregunta que hace Jesús no es trivial.
Había muchos rumores sobre Él. Pero de decir que era un profeta o un rabino a afirmar que se trata del Mesías, El Hijo de Dios vivo(v.16), hay un abismo. A los hombres y mujeres coherentes y respetables, como el Bautista, se les escucha con atención porque su autenticidad atrae y sus acciones resultan admirables; pero si quien se pone ante mí no es solo un ser humano excepcional, sino Dios mismo “en Persona”… todo cambia y la vida nos da un vuelco de 180 grados:
Lo primero, porque ya no habría nada comparable a Él; y por tanto, se convertiría en nuestro “objeto de deseo” principal. Escucharle, seguirle, amarle y servirle, sería nuestra ocupación central.
Lo segundo, porque dejándonos guiar por el verdadero Dueño y Señor de todas las cosas encontraremos el sentido de nuestra existencia y del mundo. Quien nos ha creado sabe mejor que nosotros mismos lo que damos de sí y el valor de las criaturas.
Y tercero, porque sólo reconociendo la identidad de Jesús estaremos capacitados para escuchar lo que tiene que decirnos a nosotros. Por eso, cuando Pedro declaró quién era de verdad Aquel al que habían seguido, el Señor le cambió el nombre –Ahora te digo yo: tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia (v.18)–. Únicamente Jesús sabe bien quiénes somos y qué podemos hacer.
Si nos atrevemos a dejar que el Espíritu nos inspire y nos anime a proclamar que Jesucristo es el Señor, despejaremos la incógnita no solo de su identidad, sino de la nuestra, y descubriremos que el verbo “ser” se conjuga poniendo la segunda persona en primer lugar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario