Una huelga de hambre es siempre un recurso último a una situación desesperada. En Israel 39 presos políticos llevan más de un mes en huelga extrema. Y más negro verán el panorama cuando hayan sabido que hoy Trump ha ido con su Force One a asegurar respaldo al presidente Netanyahu y pedirle que no afloje la presión contra el islam malo. Porque al bueno de Arabia Saudí ya le ha prometido armas. Aunque no podamos hacer más, dediquemos unos minutos a oír el grito de esos palestinos, llevados allí por la mano de nuestra amiga María.
ACTUALIZACIÓN al día 17 de mayo
El día 16 de mayo, al cumplirse 30 días de la huelga de hambre, y ante la intransigencia de las autoridades israelíes para atender las demandas de los presos, el líder de la huelga de hambre Marwan Barghouti, recluido en total aislamiento en un sótano de la prisión de Yalame, anunció que, de continuar Israel con su intransigencia, dejaría de tomar agua.
Sólo a 39 de los huelguistas se les permitió recibir visitas de sus abogados/as, a pesar de una resolución de la Corte Suprema de Israel autorizándolas. El domingo 14 los abogados de los dirigentes Ahmad Sa’adat (FPLP) y del mismo Marwan Barghouti (Fatah) pudieron visitarlos por primera vez desde iniciada la huelga de hambre. Los encontraron débiles y con dificultades para moverse y caminar, habiendo perdido más de 12 kg. Los detenidos denunciaron que el hostigamiento de las autoridades carcelarias es constante, llegando en algunas prisiones a confiscarles incluso la sal.
También continúan trasladándolos continuamente en condiciones que se hacen cada vez más penosas a medida que aumenta su debilidad física: esposados de manos y pies, en vehículos cerrados y sofocantes, esperando largas horas en los checkpoints. Las visitas con familiares y cualquier comunicación con ellos siguen estando prohibidas, al igual que la revisión de los huelguistas a cargo de médicos independientes.
En el 30º día de huelga, la salud de los prisioneros sigue deteriorándose: los huelguistas están reportando muchos más casos de fatiga severa, vómitos de sangre, visión borrosa y pérdida de peso de 20 kilogramos y más. Sin embargo, siguen enfatizando su compromiso de continuar hasta lograr sus demandas. El veterano Karim Younes, preso desde hace 34 años, sometido a aislamiento y traslados continuos, envió un mensaje reafirmando el espíritu de resistencia: “Aseguramos a las masas de nuestro pueblo que las noticias de su solidaridad y apoyo nos llegan a pesar del aislamiento y del asedio, y creemos firmemente en la inevitabilidad de la victoria, no importa cuán feroz sea la batalla“.
Movilización de solidaridad en Galicia, incluyendo el desafío de tomar agua y sal, lanzado por un hijo de Marwan Barghouti: un vídeo de 7 minutos
El miércoles 17, 76 prisioneros detenidos en la prisión de Ofer fueron trasladados al denominado “hospital de campaña” en Hadarim. Los presos en huelga han denunciado a estos hospitales de campaña como una falsa cobertura donde no se proporciona atención médica real y en su lugar se insta a los huelguistas a comer alimentos a cambio de recibir tratamiento médico, con la intención de mantener a los huelguistas fuera de hospitales civiles y fuera de vista. Un huelguista de hambre, Hafez Qundus, fue trasladado al hospital de Soroka con sangrado interno.
También el día 17, la desobediencia civil se intensificó –tal como pidió Barghouthi en su reunión con su abogado, y se hizo eco en el llamado del Comité Nacional de Apoyo a la Huelga. Las familias de prisioneros y activistas que apoyan la huelga de hambre bloquearon la sede de Naciones Unidas en Ramala y emitieron una declaración en protesta por la inacción de la organización para proteger a los prisioneros, y su silencio ante la huelga de hambre. En un comunicado titulado “No aceptaremos que nuestros presos sean mártires”, exigen la inmediata intervención del Alto Comisionado de DD.HH., el inicio de una investigación urgente sobre los crímenes de guerra y violaciones a los Convenios de Ginebra que Israel está cometiendo dentro de las cárceles, y tomar medidas contra la detención arbitraria, la tortura y la falta de atención médica que sufren los presos. El comunicado termina diciendo:
“Nosotros, como familiares de los prisioneros palestinos, expresamos nuestra profunda preocupación por la vida de nuestros hijos, padres, hijas, hermanos y hermanas que luchan en su batalla de estómagos vacíos por nuestra libertad colectiva como nación desposeída y desplazada.
Consideramos que ésta es la primera de una escalada de acciones directas contra los que continúan siendo cómplices de los crímenes de guerra de la entidad sionista, hasta el reconocimiento de los derechos y demandas de los presos.
Saludamos a los huelguistas que rechazan una vida de humillación.”
Mientras tanto las protestas y movilizaciones crecen en todos los territorios ocupados. El 15 de mayo, conmemorando el 69º aniversario de la Nakba (la “catástrofe” que significó la creación de Israel con la destrucción de 500 localidades palestinas, la expulsión de sus 800.000 habitantes y el asesinato de 13.000), hubo huelga general, concentraciones y marchas que fueron brutalmente reprimidas.
A medida que las protestas aumentan, la policía de la Autoridad Palestina ha atacado y dispersado las manifestaciones, especialmente a medida que crece la desobediencia civil, incluyendo bloqueos de carreteras. Al mismo tiempo, la Autoridad Palestina se ha negado a poner fin a la coordinación de seguridad con la ocupación israelí, a pesar de la demanda de los presos y el Comité Nacional de Apoyo a la Huelga. Según informó Samidoun, altos funcionarios de seguridad de la Autoridad Palestina sostuvieron reuniones con funcionarios israelíes para discutir el fin de la huelga. Los presos han subrayado que el liderazgo designado por ellos es el único órgano que debe negociar con las fuerzas israelíes en nombre de los huelguistas.
Tales acciones ocurren mientras las fuerzas de ocupación israelíes continúan atacando las protestas de apoyo a los prisioneros y deteniendo e hiriendo a manifestantes. Decenas de palestinos resultaron gravemente heridos -y Saba Obeid (22) muerto el viernes 12 en el pueblo Nabi Saleh- por las fuerzas de ocupación israelíes por protestar por la libertad y dignidad de los prisioneros en huelga de hambre.
La solidaridad popular global también continúa creciendo, paralela a la inoperancia y silencio de los gobiernos. Diariamente la organización Samidoun reseña y reporta cientos de actos de solidaridad en ciudades de los seis continentes. El día 17 Samidoun concluía su reporte diario con estas palabras:
“La Red de Solidaridad con los Presos Palestinos Samidoun insta a todos los partidarios de Palestina a continuar movilizándose, manifestándose y organizándose en plazas públicas, oficinas gubernamentales y fuera de las embajadas israelíes, como han pedido los prisioneros. Instamos también a que participen en el llamamiento urgente a presionar al Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) a tomar una posición real y poner fin a su complicidad en la violación de los derechos de los presos palestinos. Hacemos hincapié en la importancia de intensificar la campaña mundial de boicot, desinversión y sanciones contra Israel y las corporaciones como HP que se benefician del encarcelamiento de palestinos. Nos unimos a las familias de los presos para enfatizar que no aceptaremos que los prisioneros huelguistas se conviertan en mártires.”
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