En un mundo convulso, donde las desigualdades no merman y más bien parecen aumentar, y en el que existe la generalizada sensación de que hay una explosión de la violencia, especialmente de raíz religiosa, la humanidad se hace una pregunta doble: ¿cuándo tendremos la paz, y qué papel les corresponde a las religiones que hoy se ven afectadas por la ola terrorista y bélica? La respuesta es múltiple y compleja, y no puede recaer sólo en las tradiciones religiosas. No obstante, las religiones no pueden evitar el reto y excusarse ante la responsabilidad colectiva de nuestro mundo. No pueden hacerlo sobre todo por su vocación profética y la tradición de sabiduría de todas ellas, pero también por la vocación de autoridad moral mundial a la que están llamadas. ··· Ver noticia ···
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