Ahora, a raíz de la imagen de Lutero en el Aula Pablo VI del Vaticano -con motivo del encuentro entre católicos y luteranos- hay quienes acusan al Papa Francisco de herejía, de apostasía, de protestantizar la Iglesia, de ser una bomba de relojería en el interior del catolicismo, de anti-Papa… Y si a eso le añadimos que ha afirmado -como ya había hecho en ocasiones anteriores- que el proselitismo es un veneno, que no se trata de hacer apologética sino de vivir de modo ejemplar y dejar que el Espíritu actúe… Entonces ya tenemos el escándalo servido. SEGUIR LEYENDO
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