(ZENIT
– Ciudad del Vaticano).- El papa Francisco ha celebrado este miércoles
por la mañana una misa por el sacerdote Jacques Hamel en la capilla de
Casa Santa Marta, junto a varios familiares y personas de la comunidad
de Saint-Etienne-Du-Rouvray, donde fue asesinado el pasado 26 de
julio. En la eucaristía participaron unos 80 peregrinos de la diócesis
de Rouen, junto a su obispo, además de los cardenales que forman el
Consejo, llamado C-9.
En su homilía, el papa Francisco señaló
que el padre Jacques, degollado al lado del altar de Cristo, es un
mártir, “a quien tenemos que rezarle para que nos dé la fraternidad, la
paz y también el coraje de decir la verdad: asesinar en nombre de Dios
es satánico”.
“Como me gustaría que todas las
confesiones religiosas dijeran: asesinar en nombre de Dios es satánico”,
expresó el Pontífice. Y deseó que “este ejemplo de coraje pero también
de dar la propia vida para ayudar a los otros, de hacer hermandad entre
los hombres, nos ayude a ir adelante en la vida”.
El Papa, que vestía paramentos rojos,
color del martirio, señaló que el sacerdote francés “fue degollado en la
cruz, justamente mientras celebraba el sacrificio de la cruz de
Cristo”.
“Hombre bueno, manso, fraterno, que
siempre buscaba la paz, fue asesinado como si fuera un criminal. Este es
el hilo satánico de la persecución” indicó.
“El martirio de ese hombre como el de
Cristo en el altar. Es una cosa que me hace pensar tanto, en medio del
momento difícil que vivía, de esta tragedia que veía llegar”. Y precisó
que el padre Jacques “dio la vida por nosotros, para no renegar a Jesús.
Dio la vida en el mismo sacrificio de Jesús en el altar, y allí acusó
al autor de la persecución: ‘vete satanás’”.
El Papa recordó que la misa de hoy se
celebra en la fiesta de la santa Cruz, y este es misterio de Cristo “que
se hace mártir por la salvación de los hombres”. Explicó además que
“Jesús es el primer mártir, el primero que da su vida y de este misterio
inicia la historia del martirio cristiano”.
El Pontífice dio perspectiva histórica a
su homilía e indicó que ya “los primeros cristianos testimoniaron a
Jesús pagando con su propia vida” y que a ellos “les proponían la
apostasía, o sea: digan que nuestro dios es verdadero y no el vuestro,
hagan un sacrificio a nuestros dioses. Y cuando rechazaban apostatar
eran asesinados”.
Una historia que se repite, porque “hoy en
la Iglesia hay más mártires cristianos que en los primeros tiempos. Hoy
hay cristianos asesinados, torturados, encarcelados, degollados, porque
no reniegan a Jesús. En esta historia llegamos a nuestro padre Jacques,
él forma parte de esta cadena de mártires”, dijo.
“Los cristianos que hoy sufren, sea en la
cárcel o torturas para no renegar a Cristo, hacen ver la crueldad de
esta persecución. Y esta crueldad que pide la apostasía –concluyó
Francisco– es satánica”.
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