El papa Francisco oficiará una misa multitudinaria en una de las zonas más castigadas por la miseria urbana de todo el país
Dios se ha asomado muy pocas veces por los barrios de Ecatepec. Al municipio de millón y medio de habitantes se acerca más la Santa Muerte, a la que muchos veneran. Es el más poblado del Estado de México, el que aporta las cifras más sangrientas de violencia contra las mujeres, homicidios y pobreza. La miseria urbana que produce Ecatepec se respira en sus calles, cuyo aire se mezcla con el olor a podrido proveniente del arroyo de La Cañada, un canal de aguas negras al aire libre. La muerte a veces también se huele. Ese mismo circuito fluvial es un tiradero de cuerpos de mujeres. A las puertas del Distrito Federal se camufla lo que nadie quiere ver, el hambre camina sobre el asfalto.
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