"El Papa es un testigo evidente del Evangelio, que no impone, sino propone, acoge, dialoga, escucha"
El arzobispo de Madrid, en la Ser: La cuestión de la vida es importantísima, para la vida no hay supuestos"
Jesús Bastante).- "El peregrino" acudió esta mañana a los micrófonos de la Ser. El arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, fue entrevistado por Pepa Bueno en Hoy por Hoy. Durante algo más de media hora, el prelado respondió a todo tipo de cuestiones, desde la clase de Religión a los desahucios, pasando por la crisis, la inmigración, la violencia en nombre de la Religión o los Acuerdos Iglesia-Estado.
"No es una actitud cristiana desahuciar a la gente, y tampoco evadir impuestos", apuntó Osoro durante la entrevista, en la que volvió a reiterar que sentaría en su mesa a Pablo Iglesias, porque "tenemos que juntarnos con todos". En este sentido, el arzobispo recalcó que es preciso el diálogo entre creyentes y no creyentes. "En todas partes: la Iglesia está con hospitales, colegios... en lugares donde no ha entrado nadie, donde nadie quería, y no ha ido repartiendo Biblias, ha ido con obras".
Frente a la Iglesia del miedo, Osoro contrapuso la Iglesia del encuentro, la que le llevó a aparcar las concentraciones en Colón y recibir "durante diez horas, de pie, a todo tipo de familias". Porque "no podemos hacer asco absolutamente a nadie, no hacer descartes con nadie, porque todos son hermanos tuyos".
Sobre el Papa Francisco, el arzobispo de Madrid destacó que "es un hombre que lo que dice lo hace. ¿Por qué impactaba nuestro Señor? Porque sus palabras iban avaladas por hechos. El Papa impacta porque sus palabras van avaladas por su propia vida". Para Osoro, Bergoglio "es un testigo evidente del Evangelio, y un hombre que como no va imponiendo, sino propone, acoge, dialoga, escucha, da la mano para que otros vean lo que él ve, y le puedan enseñar a ver cosas que él no ve. El Papa es un hombre de cercanía".
En todo caso, el prelado evitó hablar de "oposición" entre Francisco y sus antecesores. "Todos han sido excepcionales. Son diferentes maneras. Dios habla desde las personas, en las circunstancias diversas, y hoy necesitamos gente que con su mirada, sus palabras, su cercanía, nos aproxime lo que está anhelando el ser humano".
"El ser humano tiene hambre, de pan y de otras cosas. Y es un hambre que este Papa ha hecho posible que gente que estaba mirando hacia otro sitio, se mire a la Iglesia", declaró Osoro, quien relató sus visitas a las periferias de Madrid, como El Gallinero o distintos comedores sociales. "He encontrado unas realidades humanas que a uno le impresionan tremendamente; desde fuera es fácil hablar de los que pasan hambre o tienen necesidades, pero cuando ves rostros concretos de personas y familias, que te dicen lo que está sucediendo....".
El prelado recordó el ejemplo de una familia con tres hijos, "que se han quedado sin trabajo y sin casa, porque no la podían pagar". Por ello, incidió en que "no es cristiano" desahuciar a una familia y que conserve la hipoteca. "Hay que hacer lo posible para defender a esas familias y darles soluciones, situarse en su realidad. Para la vida siempre hay soluciones".
Osoro también denunció las "nuevas esclavitudes", que "no son sólo el mundo de la droga y la prostitución, sino también en el mundo del trabajo, donde nos aprovechamos de que la gente pobre trabaje en lo que le den, cobrando 300-400 euros por trabajar todo el día y todos los días. Eso no lo podemos defender".
El arzobispo de Madrid, que anunció que se trasladará en breve a la sede del Arzobispado, trató de minimizar las críticas sobre la nueva residencia del cardenal Rouco, aunque no supo aclarar lo que "costó exactamente" la reforma del piso.
La inmigración fue otro de los temas estrella de la entrevista. Para Osoro, "es una cuestión que nos interpela constantemente", y pidió a todas las partes "entrar en los problemas directamente". "La cuestión de la vida es importantísima, para la vida no hay supuestos. Y es importante decir que los inmigrantes mueren porque vienen de lugares donde no tienen la dignidad que deben tener."
En cuanto al papel de la mujer en la Iglesia, Osoro insistió en que "el reconocimiento de la mujer no se hace por ser sacerdote o no. Las mujeres han de tener su protagonismo y puestos de responsabilidad"
Sobre el currículo de la asignatura de Religión, Osoro apuntó que "la religión no sólo no es un obstáculo para la libertad, sino que es elemento esencial para ella. No es doctrina, es posibilitar que un ser humano, si es que lo elige él o sus padres, pueda vivirlo".
Para Osoro, "el contenido de la clase de Religión es que el alumno aprenda que hay que dar de comer al hambriento, vestir al desnudo, visitar al enfermo, que el que esté en la cárcel no esté solo. Si eso es adoctrinamiento, venga Dios y lo vea".
El arzobispo de Madrid también se adhirió al movimiento para que todas las religiones frenen el yihadismo. "La religión nunca puede ser un elemento que estorbe la convivencia, la fraternidad, sino todo lo contrario. Tiene que ser un elemento que una a todos los hombres, y no lugar de reproches, enfrentamiento... Si ese es el Dios en el que creemos, ese dios sobra. El Dios en el que creo es uno que ha dicho que todos los hombres somos hermanos".
Finalmente, Osoro defendió la vigencia de los Acuerdos Iglesia-Estado, porque "la Iglesia tiene acuerdos con casi todos los países del mundo", aunque admitió que "hay cosas que pueden revisarse". Sí quiso dejar claro que "la Iglesia no es algo extraño que estropee la existencia", sino "un grupo humano que quiere hacer llegar el calor de Dios a los hombres. Un calor de fraternidad, entrega, servicio...."
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