Redacción ( Gaudium Press) El domingo 16 de agosto la Familia Salesiana conmemoró los 200 años del nacimiento de San Juan Bosco y clausuró el Año del Bicentenario dedicado a su santo patrono y fundador. Con ocasión de la clausura de este tiempo jubilar el Rector Mayor de los Salesianos, Padre Ángel Fernández Artime, ha dirigido una carta a toda su familia espiritual que ha titulado los "Cinco frutos del Bicentenario".
En la misiva, el 10º sucesor de Don Bosco menciona la carta que escribió
cuando se inauguraba hace un año las celebraciones por el Bicentenario
Salesiano en la que expresó que los 200 años del natalicio de San Juan Bosco
tenían un doble rostro: uno exterior, es decir, más público y oficial; y uno
interior, más íntimo. Último al que dedica su carta, tal como lo explica:
"Yo deseo referirme más bien a ese rostro del Bicentenario, más interior,
más íntimo, el que me lleva a pensar, desear y soñar qué huella profunda estará
dejando esta vivencia única, realmente histórica, en nuestra vida, en el
corazón de cada uno de mis hermanos salesianos, en el mío propio (...) Y eso me
lleva a soñar. Sueño con algunos frutos de la celebración del
Bicentenario".
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Dichos "frutos maduros del Bicentenario" son plasmados por el
Rector Mayor en cinco sueños: Sueño con una Congregación de salesianos felices;
Sueño con una Congregación de hombres de fe, llenos de Dios; Sueño con una
Congregación de salesianos apasionados por los jóvenes, los más pobres; Sueño
con una Congregación de verdaderos evangelizadores y educadores en la fe; y
Sueño con una Congregación salesiana siempre misionera.
Sobre el primer sueño, el de una Congregación de salesianos felices, Don
Fernández Artime subraya: "Hermanos queridos, independientemente de
nuestro mayor o menor conocimiento de Don Bosco, tenemos la certeza de cuán
importante era para Don Bosco la alegría y felicidad de sus salesianos y de sus
jóvenes, no exenta de sacrificios y, ciertamente, con ese punto central y
esencial que es el vivir en Dios y desde Dios".
Al soñar en una Congregación de hombres de fe, que están llenos de Dios, el
sucesor de Don Bosco destaca: "este es mi sueño: el de que sea quien sea
el que se encuentre con un religiosos salesiano, o quien entre en relación con
una de nuestras comunidades, pueda sentirse tocado por la presencia de hombres
de fe, de profunda y probada fe, en su sencillo vivir y hacer, casi sin
pretenderlo, dejen traslucir su condición de religiosas, de hombres consagrados
por y para Dios, y desde Él consagrados a los jóvenes".
Refiriéndose a tercer sueño, el de una Congregación apasionada por los
jóvenes y los más pobres, el Padre Fernández Artime llama para que todos los
salesianos, inspirados en el corazón generoso de San Juan Bosco, "demos lo
mejor de nosotros en favor de los jóvenes"; todo con creatividad
"para que todo lo que hagamos, pensemos y decidamos, de alguna manera les
llegue a ellos, a quienes más nos necesitan".
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Cuando invita para que la congregación sea de verdaderos evangelizadores y
educadores en la fe -el cuarto sueño- el Rector Mayor convoca a los salesianos
para que animen a cada hermano para que siga dando lo mejor de sí, es decir,
"vivir mostrando que somos como educadores y evangelizadores, unos
apasionados de los jóvenes en la ‘trama de Dios', y que junto con nuestros
hermanos salesianos, en nuestras comunidades, y con tantos educadores, amigos,
laicos comprometidos ... se siga haciendo realidad este sueño de Don Bosco, con
el mismo entusiasmo con el que él lo conseguía transmitir a sus primeros
salesianos y laicos, para merecer el calificativo que nos dedicó Pablo VI, al
llamarnos ‘misioneros de los jóvenes'".
Finalmente, al hablar de su quinto sueño, el de una Congregación Salesiana
siempre misionera, Don Fernández Artime dice estar convencido "que la
dimensión misionera es un rasgo esencial y constitutivo de nuestra identidad
como congregación". Sobre lo cual agrega citando la Carta Circular de Don
Paolo Albera, segundo sucesor de Don Bosco, a los salesianos: "Cuanto más
me he acercado a nuestros propios documentos, más firme es la convicción, y
sirva como muestra lo siguiente: el CG19 pedía a l Congregación revivir ‘el
ideal de Don Bosco, que quiso que la Obra de las misiones fuese el afán
permanente de la Congregación, hasta el punto que formara parte de su
naturaleza y finalidad'".
Al concluir la carta, el Rector Mayor de los salesianos pide la mediación y
compañía de la Virgen Madre Auxiliadora: "Ella es no sólo la que ha hecho
todo con Don Bosco, sino la que nos acompaña como evangelizadores y educadores
en la fe de nuestro jóvenes, como Madre de la Iglesia, Auxiliadora del Pueblo
de Dios, en este momento histórico que nos toca vivir".
Ingrese aquí para leer completa la Carta del Rector Mayor - "Cinco frutos del
Bicentenario".
Contenido publicado en es.gaudiumpress.org, en el enlace http://es.gaudiumpress.org/content/72267-Rector-Mayor-de-los-Salesianos-habla-de-los--Cinco-frutos-del-Bicentenario--de-San-Juan-Bosco#ixzz3nL6z4l00
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